La procesión de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, que da por cerradas las celebraciones vinculadas a la Semana Santa ovetense, empezó ayer con un susto. Una intensa humareda en la capilla del edificio histórico de la Universidad, de donde debía salir el paso, alarmó a los cofrades que, aventurando un incendio, pidieron ayuda a los bomberos. Un retén del servicio de extinción de incendios, con una autoescalera y un tanque, acudió en su ayuda. Los bomberos no encontraron rastro de fuego, inspeccionaron las instalaciones de calefacción y electricidad y, por la tonalidad del humo, muy blanco, llegaron a la conclusión de que estaba producido por algún elemento orgánico, como papel o, lo más probable, el incienso para la procesión.

Al margen de este incidente, la marcha de la comitiva de la Hermandad de los Estudiantes discurrió con normalidad. Ni siquiera se retrasó, porque la alerta a los bomberos se dio hacia las cuatro y cuarto de la tarde y antes de las cinco, la hora a la que debía iniciarse la marcha, ya habían verificado que todo estaba en orden.

La procesión de ayer tenía como cometido devolver la imagen de Jesús de la Sentencia a la parroquia de San Francisco Javier de La Tenderina, donde tiene su sede. El paso había sido depositado en la capilla de la Universidad, en la calle San Francisco, el Viernes Santo, al acabar la "Madrugá".

La procesión avanzó en mitad de una tarde primaveral, bajo un sol espléndido y con la calle llena de gente. Fue una procesión corta por el número de los que la integraban. Estuvo encabezada por varios legionarios, seguidos por miembros de la congregación, el paso de Jesús de la Sentencia cargado por treinta costaleros, un cura y varios monaguillos y la Agrupación Musical San Salvador de Oviedo.

Sin embargo, por su recorrido y duración la marcha fue larga. Estaba previsto que durará más de tres horas, cubriendo un itinerario que la llevó por la plaza del Riego a la del Ayuntamiento, desde allí hasta la de la Catedral, la Corrada del Obispo, San Vicente y después por la cuesta de La Vega hacia La Tenderina, para acabar en la plaza de la Sentencia, donde está la Casa de Hermandad de los Estudiantes.

"¡Al cielo con el Rey de Reyes!" fue el grito de fe que se fue repitiendo durante la procesión, para mantener el ánimo de los costaleros. Salieron de rodillas por la puerta de la Universidad, por la altura de la imagen, y a lo largo de todo el recorrido tuvieron que realizar complicadas maniobras.