Se dice que, una vez formado, las mejores salidas del español se encuentran por tierra, mar y aire. Y según parece la administración del Principado de Asturias está determinada a que el dicho se corresponda con la realidad, al menos, en lo que respecta a los músicos. La Casa de Cultura de Mieres acogió la charla titulada "Músicos sin música. La problemática de las incompatibilidades en Asturias", un acto organizado por el Ayuntamiento mierense con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas. Participaron en la charla Manuel Paz, guitarrista de "EntreQuatre" y profesor del Conservatorio de Música del Nalón, el violinista Pedro Ordines, profesor de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y Ana Sánchez, pianista y exalumna del Conservatorio Superior del Principado de Asturias, que fueron moderados por el concejal de Cultura mierense Juan Ponte. Asimismo, entre el público hubo una nutrida representación del gremio entre los que destacaba Aarón Zapico, que se ha visto obligado a renunciar a la docencia para poder continuar su carrera musical.

Ponte manifestó que "con la interpretación estricta de la ley de incompatibilidades que hace la administración del Principado Karajan, de haber nacido aquí, habría tenido que elegir entre ser profesor o dar conciertos, lo cual es surrealista y va en contra de la excelencia como meta". Manuel Paz relató la historia del conflicto, "que ya viene de lejos, cuando el Principado comenzó a excluir de los ciclos musicales que organiza a los profesores asturianos. Es la única región del mundo que hace esto, que impide a los profesores de música que actúen", dijo Paz, que aseguró que "en el pasado, jamás se produjeron problemas por coincidencia de horarios de clases y actuaciones" y destacó que "el músico docente necesita estar permanentemente actualizado porque la actividad concertística evoluciona. Un profesor que, además, ensaya y actúa, mejora la calidad de la enseñanza". Sin embargo, añadió Paz, "todas nuestras propuestas de solución han quedado en vía muerta por la falta de talante de los técnicos de la administración. Nos dan argumentos que resultan sonrojantes, como cuestionar el carácter artístico y creativo de nuestra actividad".

Por su parte, Ana Sánchez lamentó los graves efectos de la postura de la administración. "Teníamos un nivel musical estupendo y desde hace tres años ves que el Conservatorio se va a pique. La perspectiva de futuro de los alumnos es problemática porque si, como ya está sucediendo, los profesores se van, ellos se quedan colgados". "Además, ver a tu profesor tocando es un orgullo y una motivación. No tenemos a las grandes estrellas a nuestro alcance. A nuestros profesores sí", y añadió que "los músicos en preparación para la docencia están desalentados, porque su futuro profesional es preocupante. Coartar el desarrollo profesional del músico es pedir demasiado. Los compañeros de otras comunidades no pueden creer lo que está ocurriendo en Asturias.".

Pedro Ordieres comenzó diciendo que "los profesores de la Orquesta Sinfónica no podemos tocar fuera de ella. La ley de incompatibilidades no fue pensada para esto, sino para restringir el pluriempleo en la administración pública. Además, si la norma es de 1984 y los criterios del Principado no cambiaron hasta hace poco, ¿quién lo estaba haciendo mal?". "Si quieres tener éxito, fíjate en lo que ya funciona. Asturias está a la cola de Europa en enseñanza musical", añadió.

Finalmente, Ponte preguntó a los intervinientes por las posibles soluciones y las respuesta de los tres fue unánime: No se precisan reformas legales, pero sí interpretar las normas existentes aplicando el sentido común.