El premio "Aurelio Menéndez-Mercedes García Quintana", que otorga anualmente el Real Instituto Jovellanos al alumno distinguido del último curso, es cosa de chicas. En sus diez ediciones, diez alumnas premiadas. Tan sólo en la edición de 2015 se sumó Pelayo Fernández Arias "ex aequo" con Beatriz Gutiérrez González. Ahora es el turno de la joven Silvia González López, de 17 años, que ha logrado concluir el Bachillerato con una nota media de 9,83 en su especialidad de Ciencias de la Salud.

"Me hace mucha ilusión recibir el premio; hay varios compañeros que también se lo merecían porque igualmente han conseguido matrícula de honor; por eso, para mí es un orgullo", asegura Silvia González que ayer concluyó los exámenes de su etapa en el instituto y ya afronta con optimismo las pruebas de acceso a la Universidad a las que se enfrentará del 7 al 9 de junio. "Me tomaré dos días de descanso y empezaré a preparar otra vez los exámenes", reconoce mientras saborea todavía el premio cosechado, dotado con 2.000 euros y el compromiso de Aurelio Menéndez de asesorar a sus "becadas" en cuanto necesiten. Pero más allá del importe económico, que impulsó el exministro de educación -y antiguo alumno del centro gijonés- Aurelio Menéndez tras la muerte de su esposa Mercedes García Quintana, la satisfacción de Silvia González es ver recompensada su entrega escolar de estos años. "Lo más importante es lo que significa, es un reconocimiento al esfuerzo y un orgullo", dice. En ello coincide con la directora del centro, Milagros Madiedo. "Se premia a los alumnos que han trabajado con excelencia, comprometidos con los estudios", recalca.

Silvia González, que cursó el Bachillerato de Ciencias de la Salud, necesita aplicarse ahora para lograr la nota media suficiente para cursar el año que viene el grado en Biotecnología en la Universidad de Oviedo. Los precedentes invitan al optimismo y a buen seguro que el próximo septiembre, con el inicio de las clases en el Instituto, Silvia González recogerá su galardón ya matriculada en la carrera que desea. Allí estarán arropándola los alumnos de segundo curso de Bachillerato que estudiarán por tomar su testigo.