El aro metálico, que se debe guiar con una varilla, es uno de los juegos de antaño que aún perdura en la memoria de muchos. Sin embargo, para el joven Sergio Díaz es toda una novedad. "Me parece bastante difícil. Hay que cogerle el truco", dice este niño de Villalba, que ayer disfrutó en el Museo Etnográfico de Grandas de Salime, junto a sus amigos, con los juguetes de un pasado no tan lejano. El centro cerró ayer, con gran afluencia de público, cuatro días de celebración con motivo del Día Internacional de los Museos.

"Está genial. Todo está muy logrado, nos está gustando mucho", señaló Leli Albariño, una de las organizadoras de la excursión llegada a Grandas desde tierras gallegas. "Los pequeños se lo pasan en grande. Con esta visita disfrutan mucho de esto que no vivieron, pero pronto se hicieron una idea de cómo era", subrayó.

Por su parte, la directora del museo, Susana Hevia, destacó la importancia de este tipo de actividades especiales para "visibilizar" el trabajo y la importancia de los museos en la sociedad actual. Es por ello que en Grandas de Salime se plantearon muestras de artesanía en vivo, de la mano de Arturo Iglesias, uno de los últimos cunqueiros de la comarca.

"Con estas demostraciones cambia por completo la percepción que tienen los visitantes cuando disfrutan del museo. No es lo mismo ver los instrumentos, sin más, que verlos funcionando, y tocar el resultado del trabajo con las máquinas", apunta Hevia, que dirige el principal recurso museístico del Occidente, con más de once mil entradas durante el pasado año.