El de la innovación es un gen que los expertos intentan cultivar desde la cuna, y por eso Gijón ha celebrado a lo largo de este curso, con la colaboración de Cultura y Empleo, el concurso "Creando talento innovador", dirigido a estudiantes desde Infantil y Primaria hasta la ESO y Bachillerato con un fin primordial: estimular la creación y fomentar las iniciativas novedosas entre los más jóvenes. La fase de ayer fue la última, la de la decisión de los ganadores en función de sus prototipos, y fueron los alumnos del Codema los que se hicieron con el premio.

Concretamente, el equipo creador de "Klader", un espejo inteligente en el que compartir "looks", comprar ropa y compartir información a través de las redes sociales desde una aplicación para dispositivos móviles.

El segundo premio fue para La Asunción, con un proyecto para la creación de paneles interactivos denominados "Grafart", con sprays aerosensibles para hacer grafitis en espacios abiertos, que pueden ser compartidos en las redes sociales por sus creadores.

Y en tercer lugar, de nuevo el Codema con el proyecto "Bimo", una pulsera inteligente gestionada por una aplicación móvil para ofrecer al médico datos sobre los enfermos diagnosticados con alguna enfermedad, de manera que se pueda hacer un seguimiento de su estado sin que sea necesario asistir al consultorio.

Los alumnos de este centro también presentaron a concurso el proyecto "GreenWay", una "carretera inteligente" asfaltada sobre LEDS que emiten señales luminosas ante la presencia de peatones, de manera que se mejore la seguridad vial. Y no sólo eso: su proyecto para la mejora tecnológica integral de las ciudades también incluye la instalación de torres captadoras de contaminantes a través de electroimanes, junto con la potenciación de la instalación de huertos urbanos en las azoteas de los edificios. También apostaron por una aplicación bautizada "Nutria" para recomendar restaurantes saludables, menús y dietas en función de las preferencias de los comensales.

Los alumnos de La Asunción, por su parte, concursaron también con el diseño de un dron subacuático para analizar la calidad de las aguas, junto un proyecto de gafas virtuales para poder ver el fondo marino con el formato de gafas de buceo, que también permiten el intercambio de experiencias a través de las redes sociales. Y por último, con una plataforma de videojuegos basados en los monumentos de la ciudad.

Todo un derroche de imaginación que tiene premio.