Los músicos del "Quilombo Bacano" llevan poco más de seis meses en la escena y ya se han abierto hueco entre la afición. "No somos eclécticos, nos gusta mejor decir que somos integradores", explica Román Enrique Álvarez, uno de los nueve componentes de la banda que actúa mañana (21.00 horas) en la sala Santacecilia. Y lo que integran es funky, jazz y música clásica... Y, según los críticos, lo hacen tan bien que sorprenden.

La banda es hija putativa de la Orquesta de Cámara de Siero. Todos los componentes tienen, pues, formación clásica. "Pero también de jazz", reconoce Álvarez. Las ganas de hacer "algo más" llevó a esta casi decena de profesionales a organizarse en quilombo. "Sonaba a caótico y nos gustaba", señala Álvarez. Lo de "bacano" vino después de un viaje a la República Dominicana. "'Bacano' es una palabra que dicen mucho allí. Viene a ser como 'guay'. Lo único que teníamos que hacer era unir las dos ideas", añade Álvarez. Así fue como se presentaron, por ejemplo, en el Centro Niemeyer. Fueron protagonistas de una de las sesiones vermú que organiza los domingos el complejo cultural. Y ahí lograron enardecer al personal que se acercó a escucharlo. Eso es lo que pretenden repetir el viernes próximo. "No tenemos otro concierto hasta el próximo septiembre", anuncia.

La banda se reúne poco. "Cuando lo hacemos, trabajamos intensamente. Nos ponemos de acuerdo un fin de semana y no paramos", explica su portavoz. "Es que cada uno es de un sitio distinto. Yo vivo en Salamanca, por ejemplo", destaca Román Enrique Álvarez, músico formado en las aulas del Conservatorio de Avilés y ahora poniendo ritmos más allá del Pajares. "Por eso, no tenemos ninguna grabación, pero nuestra intención es hacerla más tarde o más temprano", comenta.

Así pues, los de "Quilombo Bacano" presentan un cóctel sabroso de todas las músicas posibles. "Nos hemos sorprendido de la aceptación que hemos logrado del público", señala Álvarez. "Aunque esto no me corresponde decirlo a mí, sentimos un gran 'feedback' con quienes vienen a vernos", añade el músico avilesino. "Poco a poco hemos ido perfilando nuestro repertorio. Tenemos versiones de Piazzola, por ejemplo. Y también de un clásico tan clásico como Satie", reconoce Álvarez. Pero todo "con un acento de más". Y ese acento es el que está contribuyendo a que la banda se abra ese hueco en un circuito bastante exclusivo: el de los músicos profesionales con ganas de crear. "Entre nosotros, por ejemplo, está el Vav Trío", apunta.

Lo que sí tienen claro los miembros del colectivo es que las maletas tienen que estar listas siempre. "La mitad de la banda se marcha ahora a Indonesia. Forman parte de la Orquesta de Cámara de Siero que todos los veranos hace programas internacionales", destaca Álvarez. "Nos costará volver a reunirnos", añade el avilesino, pero da igual, los "Quilombo Bacano" se están haciendo imprescindibles.