La Caridad (El Franco), T. CASCUDO

El asturiano Herminio Álvarez, uno de los escultores asturianos de mayor proyección nacional, trabaja estos días a pleno rendimiento en el que se ha convertido en uno de los mayores retos de su carrera, la exposición que proyecta para el Centro Cultural Internacional de Avilés, obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. Y lo será por número de obras expuestas y por la complejidad del espacio expositivo. La exposición se inaugurará el próximo 26 de abril y permanecerá abierta al público hasta finales de agosto.

Herminio agradece a la Consejería de Cultura que pensara en él para reiniciar la actividad expositiva en la cúpula y confiesa que nunca ha planificado una muestra tan ambiciosa. Por eso dedica horas al proyecto. «Queda poco tiempo, así que no puedo parar ni por un momento. No me siento agobiado, pero cansado sí», confiesa.

«El espacio es un poco difícil, pero me dio buenas vibraciones en las visitas que he hecho y creo que le podré sacar partido. Me gusta que sea un espacio singular porque es un reto añadido». El escultor espera exprimir al máximo las cualidades de la cúpula para lucir lo mejor de su trabajo y sorprender al público.

Mostrará unas 35 obras -la mayoría de gran formato- de las que aproximadamente una decena será de nueva creación. «No puedo hacer todo nuevo pero sí preparo una serie de obras nuevas de tamaño considerable», explica. Geometrías, curvas y movimiento serán protagonistas en la colección que proyecta y que será prologada en el catálogo que se editará por los críticos Juan Manuel Bonet y Rubén Suárez, este último de LA NUEVA ESPAÑA.

Lo que más le preocupa es la logística de la muestra, el montaje y el embalaje. Trasladará piezas desde Madrid -desde la galería Cayón, donde suele lucir parte de su obra, y desde su estudio de La Caridad. Estos días supervisa la ejecución de algunas de las piezas, cuya construcción encarga a talleres de la comarca. «Es un lujo que en un entorno como el de La Caridad pueda disponer de todo lo que necesito».