La localidad allerana de Murias acogió ayer una intensa jornada con la celebración de la decimoséptima edición de su mercado veraniego. La Asociación "La Colegiata de Murias" fue la encargada de organizar unas fiestas en las que los asistentes disfrutaron y pudieron comprar objetos que no son fáciles de encontrar.

No en vano, cerca de una treintena de expositores se dieron cita en el mercado de objetos antiguos y "vintage". Los puestos se instalaron por las calles del pueblo, que los vecinos y visitantes iban recorriendo en busca de esas cosas que en otros mercados tradicionales no son fáciles de encontrar. Además, en la capilla de Las Nieves, se celebró una misa a la una de la tarde, oficiada por el párroco Eduardo Zulaiba, que próximamente abandonará Aller para incorporarse a la parroquia gijonesa de La Calzada.

Los más pequeños también tuvieron entretenimiento, ya que por la tarde estaban programadas actividades destinadas al disfrute del público infantil.