"Y el tiempu aguantó". Era de lo más comentado ayer en Pola de Laviana donde se celebró el día de la asturianía de las fiestas del Otero. El "mercáu" tradicional, la tonada y los juegos infantiles fueron las actividades protagonistas tanto en la mañana como en la tarde de ayer. Los festejos, en honor a la Virgen de Otero, arrancaron el pasado día 11 y continúan hasta hoy, día de la gran jira.

Los vendedores más madrugadores instalaron sus puestos desde bien temprano. Uno de ellos, Isabel Blanco, afirmaba que este era "el segundo año que vengo a estas fiestas". Blanco, junto a su compañero Sergio Gutiérrez, pertenecen a la asociación "Maderuques". No son autónomos, por eso están en la asociación, pues "la inversión sería bastante grande". En cuanto a las ventas, Isabel considera que "han ido bien". "El tiempo acompaña, pues no hace sol y seguro que la gente prefiere acercarse al 'mercáu' antes que ir a la playa", manifestó.

Otra de las vendedoras, Nélida Blanco, quien pertenece a la asociación "Arte por las manos", afirmaba también la buena venta y acogida que tenía el "mercáu". Para la comerciante esta no es la primera vez ni la segunda como vendedora en los festejos. "Este es mi cuarto año gracias al 'Grupo A Mansalva' de Pablo Carrera, el organizador de todo", manifestó ella, quien considera que "la afluencia de gente en la zona ha sido buena", pero "con el concierto de las once habrá mucha más".

Pero no todo fue "mercar", también hubo juegos para los más pequeños. "En esta actividad no hay límite de edad, participan tanto niños de tres años como de quince", apuntó una de las organizadoras, Rosa Belmonte. Juegos como la bomba, la zapatilla por detrás o la quema de cuatro no faltaron. La actividad fue organizada por cinco trabajadores de la asociación "Ye lo que hay", pero "hay muchos más que trabajan", afirmó Belmonte. La jornada contó también un festival de canción asturiana y un concierto por la noche. Los festejos finalizan hoy con la jira, en el "prau" La Chalana.