La asociación de vecinos Gigia de Cimadevilla homenajeó ayer a sus cuatro socios más veteranos en una calurosa y familiar ceremonia. Sergio Álvarez, presidente de la entidad anunció que la cita se celebra cada año con motivo de las fiestas del barrio: "Siempre hacemos un homenaje a los socios más veteranos de la asociación y después lo festejamos con una sardinada", señaló.

En esta ocasión los cuatro vecinos protagonistas de la ceremonia fueron Pedro Fandos, Manuela Pidal, Agustín Santurio y Carmen Pulido. "Vivo en este barrio desde que nací y tengo claro que moriré aquí. He podido conocer a muchísimos vecinos, todos ellos muy buena gente", decía emocionada Carmen Pulido, más conocida como "Ica".

La familia del barrio de Cimadevilla se reunió en la sede de la asociación vecinal, la "Casa del Chino", para hacer entrega de una placa y un ramo de flores a los cuatro vecinos más veteranos. Sergio Álvarez aprovechó la ocasión para compartir con los presentes una breve historia en la que sus protagonistas colaboraban para lograr el bien común de la comunidad. "Esto es lo que tenemos que hacer los vecinos de Cimadevilla, para lograr ser uno de los barrios referencia de la ciudad", señaló el presidente vecinal.

La ceremonia continuó en la calle con la celebración de una sardinada a la que se apuntaron más de 120 comensales. Y como en toda folixa asturiana la sidra no y la música no faltaron. El coro de mujeres Gigia, la "Orquesta Céltica Asturiana" y los Introcharangueros, grupo formado por las distintas charangas de Gijón fueron quienes pusieron las notas musicales a una de las tardes festivas del barrio.

El banquete no pasó desapercibido para los paseantes que buscaban en el barrio un poco de "diversión". Fue el caso de los madrileños Anabel Aguado y José Luis Fernández a quien "el olor de las sardinas hizo que acabáramos aquí. Hemos comprobado que la gente de Asturias no pierde el tiempo a la hora de organizar encuentros gastronómicos y la buena comida nunca falta", declaraba el hombre.

La "Casa del Chino" contó también con la exposición "Cimavilla, miradas del presente", de Roberto Iamas, fotógrafo y vecino del lugar que retrató en 30 imágenes "a los vecinos que forman parte de la historia viva del barrio". Un año más, la amplia familia de Cimavilla celebró la veteranía y brindó por otro año más "siendo uno de los mejores barrios de nuestra ciudad".