El grupo folclórico y de investigación "El Ventolín" tiene una larga trayectoria, de casi cuarenta años, y en todo ese tiempo han pasado por sus filas, para tocar y, sobre todo, para bailar, varias generaciones de sierenses, que tienen un buen recuerdo de su actividad.

"El Ventolín" echaba el pasado fin de semana la vista atrás y convocaba un encuenro de antiguos miembros para compartir vivencias y recuerdos. Fue en la Pola, y, como no podía ser menos, celebraron una espicha.

La convocatoria se hizo a través de las redes sociales y, finalmente, acudieron al reencuentro cincuenta y cinco componentes de distintas etapas del grupo, que se fueron localizando y animando en las fechas anteriores al reencuentro.

Fue una fiesta muy activa; no solo consistió en recordar viejos tiempos -que también-, sino en compartir la música y el baile que algunos tenían fresco y otros algo más olvidado.

Porque de los componentes reunidos, los había que no estaban en el grupo desde finales de los años ochenta. Es el caso de Cristina Huerta, que estuvo en el grupo hasta 1988, y a quien la iniciativa le pareció "genial".

"El Ventolín" significó mucho para mucha gente. Una de las asistentes al encuentro, Belén Arboleya, no dudaba en ensalzar los años que estuvo en el grupo como "la mejor etapa de nuestras vidas". Los excomponentes cantaron y bailaron como en los ensayos de antes y trajeron a la memoria colectiva numerosas anécdotas de aquellos años.

El encuentro contó con una acreditación personalizada de identificación, e incluso un "fotocall" con una pareja de asturiano.

También se colocó un panel de fotos antiguas y se dio un regalo para "las mamás y mayores" por todo lo que les enseñaron: cómo organizar una espicha, preparar los viajes, el archivo, etcétera.

Finalmente, se acordaron de fallecidos como Carlos Sánchez Martino, Óscar Menéndez y Peránchi García, así como de aquellos que no pudieron acudir por razones de salud.