Hay quien mira el Museo del Ferrocarril y sólo ve un museo. Los gijoneses van más allá y ven un pilar de la historia ferroviaria de su ciudad. Y el vecindario de El Natahoyo ve un sentimiento, el recuerdo de muchos vecinos ferroviarios y un edificio que sirve de magna puerta de entrada al barrio actual. Por eso al Museo del Ferrocarril se rendirá homenaje este sábado en el marco de la 24º comida de hermandad de los "Amigos del Natahoyo". Alrededor de 90 personas ya tienen confirmada su asistencia a este evento, convocado a las 14.30 horas en el Restaurante Savannah.

"Además de los que trabajaban en los astilleros, en Moreda o en la Fábrica de Loza había muchos vecinos de El Natahoyo que trabajaban en el ferrocarril del Norte. Mi güelu Cipitría era ferroviario y como él, muchos. Con el cuento del ferrocarril venían y se quedaban en El Natahoyo", explica Joaquín Cipitria, uno de los organizadores de un encuentro vecinal que ya se prepara para festejar a lo grande sus bodas de plata.

Los vínculos entre El Natahoyo y el Museo del Ferrocarril son muchos y muy variados. "Los generadores de vapor que se necesitaban para que funcionaran las máquinas que iba recogiendo el Museo se hicieron en el taller de Olmar", explica Cipitria.

El premio coloca al Museo del Ferrocarril en una lista de homenajes que incluye a personalidades de transcendencia nacional como Pedro Sabando, Aurelio Menéndez o Luis Álvarez Margaride, a vecinos queridos como Guillermo Menéndez "Chinín" y a instituciones fuertemente asentadas en el barrio como el Club Natación Santa olaya, el Hogar de San José o el Albergue Covadonga. El impulso de este colectivo de "Amigos del Natahoyo" también sirvió para impulsar los libros "Diccionario del Natahoyo" de Luis Miguel Piñera y "Personajes y anécdotas d'El Natahoyo" de Jesús Prendes.

A la comida de vecindad del sábado se sumará la exposición "Pinceladas del barrio" de José Ángel del Río. Una recopilación de acuarelas y guash.