Un pañuelo verde anudado al cuello es el único requisito para subirse al "Sidrobús" que desde hoy y hasta el próximo día 15, recorrerá las calles de Gijón, para acercar a las sidrerías a los participantes en la novena edición de "Gijón de sidra".

Un certamen que desde su creación "no deja de crecer", como aseguró Iván de la Plata, promotor de esta iniciativa, quien cifra en más de 100.000 las botellas de sidra vendidas en la pasada edición. Una cifra que en este 2017 confían superar. Y hacerlo, además, únicamente con palos de la con denominación de origen "Sidra de Asturias". El "Sidrobús" contará este año con 11 paradas, para acercar a sus viajeros hasta las 45 sidrerías participantes en el certamen. Además, "Gijón de sidra" pone a disposición de sus usuarios una aplicación que informa, en tiempo real, de dónde se encuentra el "Sidrobús" y sus paradas más cercanas. El vehículo estará disponible de 20 a 24 horas de forma gratuita.

Sin embargo, el primer recorrido del "Sidrobús", que ayer se presentó en la plaza Mayor de Gijón, no fue festivo, sino solidario. El automóvil se desplazó hasta el centro Ángel de la Guarda de Aspace (Asociación de Personas Afectadas de Parálisis Cerebral) . En este lugar y con motivo de la celebración del Día Mundial de la Parálisis Cerebral, se organizó un acto con los pacientes del centro, con la intención de "ayudarles y hacerles la vida más fácil", además de "hacer que la sociedad tome conciencia de su problema", aseveró De la Plata. A partir de mañana vendrá la fiesta y la posibilidad de "disfrutar de unos días en los que las protagonistas son las sidrerías gijonesas y la gastronomía asturiana", concluyó.