Veinte años no es nada. La figura de Antolín de la Fuente Cla (Gijón, 1921 - Oviedo, 1997) sigue presente en el mundo de la música como ayer se puso de relieve en el homenaje que le tributaron el coro "Voces Graves de Gijón" y la Banda de Música de Gijón con motivo de los veinte años de su muerte. Lo hicieron ante un Antiguo Instituto repleto de público y con un repertorio que permitió recordar al que fue "un gran activista musical" que con su "intensa armonía" brindó a su ciudad, a Asturias y a España "un gran patrimonio cultural".

La loa que describió las virtudes de Antolín de la Fuente la pronunció ayer Ángel Iglesias, componente del coro que interpretó con dulzura "Córtame un ramiquín verde", "Destinos", "La flor del agua", "Cantar de mozos" y "Mocina dame un besín". Es esta última la canción preferida de Mariam Yus, nieta del músico gijonés que ayer asistió al homenaje de su abuelo, "el mejor abuelo del mundo". "Necesitamos actos como este porque se escucha poco, estos temas no están en CD para oirlos y nos parece perfecto que se hagan", aseguró Mariam Yus. "Él era pura alegría, cantaba, pintaba, tocaba instrumentos; tenía un gran sentido del humor, era ameno y divertido", añadió su nieta antes de escuchar al coro y a la banda interpertratar juntos "Canto a Gijón".

Homenaje a Prendes

La de ayer fue mañana de homenajes musicales.. Un rato antes, y en el teatro Jovellanos, el Orfeón de Gijón le tributó otro sentido homenaje a Fernando Prendes, miembro de este colectivo durante más de cuarenta años y presidente entre 1987 y 2017. No estuvieron solos, en esta cita les acompañaron la Coral Villa de Jovellanos y la Banda de Música de Mieres. El recital incluyó varias composiciones de zarzuelas tan populares como "El barberillo de Lavapiés", "La Gran Vía" y "La rosa del azafrán".