Dice Pablo Junceda, que es el director general del Banco Sabadell-Herrero, que él, que lidera un equipo de mil quinientos profesionales, siempre ha tenido muy claro que "las personas son lo primero". Y eso es lo que intentó inculcar a los alumnos de la Facultad de Turismo de Oviedo durante la charla que les dio ayer. El alto ejecutivo del Sabadell interrogó a los jóvenes: "¿Cuál dirías que es un buen sueldo en Asturias?", y los estudiantes fueron respondiendo. El primero en hacerlo dijo que mil euros y ahí Junceda replicó: "No os dejéis contratar por mil euros. Cuando contratamos graduados no podemos faltarles al respeto, ni a ellos ni a sus padres ni al Estado si han estudiado con una beca".

Los alumnos de Turismo siguieron elevando sus propuestas y Pablo Junceda contó cómo, durante una conferencia, se encontró en primera fila con un estudiante con aspecto de empollón, que confesó públicamente que él por un sueldo de tres mil euros "vendería a su madre". Junceda desaconseja llegar a esos extremos y utilizó como argumentación citas del filósofo José Antonio Marina - que aboga por explotar el talento "para ganar dinero y en beneficio de la comunidad"- y el político e inventor Benjamin Franklin -"de aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo cabe sospechar que está dispuesto a hacer de todo por dinero"-.

Sin restar importancia a la tecnología, el director general del Sabadell-Herrero reconoce que "los que la anteponen por encima de todo me dan mucha pena". Él asegura tener la convicción de que la clave del éxito reside en el factor humano, hasta el punto de afirmar que "suplantar la experiencia por la tecnología es un suicidio empresarial".

Junceda admitió ayer, ante los jóvenes que le escuchaban atentamente, que en los últimos 25 años, desde que él emprendió su ascenso profesional, "las cosas han cambiado" y, sin embargo, asegura que sigue actuando "con la misma rectitud" de sus inicios. Y ese fue el mensaje que dejó a los alumnos de la Facultad de Turismo, sostenido durante una conferencia de más de una hora en la que se remitió a pensadores y estadistas, sacó ejemplos de su propia experiencia personal y reflexionó sobre cuestiones económicas y empresariales.

"Es un error basar la motivación solo en la cuenta de resultados", manifestó Junceda en un momento de su charla, para matizar inmediatamente que eso no significa abandonar el sentido empresarial: "Una empresa que no gana dinero es otra cosa; para salvar las ballenas y cuidar a los ancianos hay asociaciones". Se refirió al fenómeno gallego, con dos provincias que sobresalen sobre el resto de la región: La Coruña, donde tiene su sede Inditex, y Pontevedra, con la factoría de Citroën. Además de la rentabilidad económica más inmediata, el director del Sabadell-Herrero habló de cómo han contribuido a revitalizar su contexto.

"Lo que de verdad importa en el mundo de la empresa son las personas, los valores, la verdad objetiva", insistió Junceda. Y ofreció como prueba de ello un informe de la consultora McKinsey que demuestra que "las compañías que apuestan por las personas incrementan sus ventas de manera exponencial y generan más beneficios en su entorno".

"La tecnología es buena y tenemos que fomentarla", concluyó Pablo Junceda, pero nunca podrá sustituir a las personas, y esa es, a su juicio, una muy buena razón para apostar por ellas.