Teresa CEMBRANOS

La iglesia de Santo Tomás de Cantorbery y de San Nicolás de Bari volverán a sonar a Vivaldi, Haydn, Bach, Schumann. Verdi y a Tomás Luis de Victoria gracias a la XXXV edición de la Semana de Música Religiosa. La crisis no ha hecho mella en uno de los certámenes más longevos de la ciudad y volverá puntual a su cita entre el 26 de marzo y el 1 de abril, como preludio a los actos de Semana Santa en la ciudad. «Lo primero es dar gracias a los dineros, porque sin ellos no habría música», afirmó José María Martínez, director del Conservatorio «Julián Orbón» y organizador de la Semana de Música Religiosa.

Martínez destacó que en las jornadas avilesinas se escuchará un «programa específico» que encarga el propio director con un «repertorio que no se va a oír en otros sitios». «Nosotros no estamos dedicados a grandes grupos y a orquestas, porque no podemos, pero sí abundar en el mundo clásico, formativo, dirigido a la gente joven», explicó José María Martínez. A la presentación también asistieron el director de la Agencia de Museos y Acción Cultural de Asturias, Francisco Crabiffosse; Carlos Siñeriz, responsable de la Obra Social y Cultural de Cajastur, y Pedro García, concejal del Ayuntamiento de Avilés.

«Aunque la situación económica sea difícil, desde la consejería de Cultura estamos empeñados en seguir apoyando a esta Semana de la Música Religiosa. Es importante la continuidad que ha tenido a lo largo de los años y está claro que es sólido el anclaje social e institucional que tiene. Cuenta con una proyección de futuro clara y abierta», afirmó Crabiffosse. El responsable de la Agencia de Museos y Acción Cultural asturiana felicitó al Ayuntamiento de Avilés por su inquietud cultural «incluso polémica». Y aunque destacó que eso no tiene porqué ser malo sí lo es, a su parecer, cuando «la cultura está secuestrada por las instituciones para manipularla».

Carlos Siñeriz, por su parte, trasladó la satisfacción de Cajastur por seguir colaborando con la celebración de la Semana de Música Religiosa, con la que se cumple una de las premisas de la Obra Social, «acercar la música a un mayoría de público». «La programación musical destaca por el alto nivel de los intérpretes», valoró Siñeriz sobre la cita avilesina.

Martínez destacó de la nueva edición la participación de alumnos del Conservatorio «Julián Orbón» en alguna de las sesiones así como los tres conciertos donde el nuevo órgano, construido con fondos públicos y privados, como así destacó el propio director del Conservatorio, tendrá un especial protagonismo. En definitiva, siete días para que los amantes de la buena música se deleiten .