J. B.

Francisco Ligero es malagueño del año 1974, pero vive en Gijón desde hace un tiempo. Tiene otra ligadura con Asturias, su «tío» Pepín Salazar, guitarrista histórico y virtuoso que ha regalado a los oídos de varias generaciones de asturianos su magnífica técnica.

Francisco Ligero actúa este sábado (sesiones de cuatro de la tarde y ocho de la tarde) en el teatro Filarmónica dentro de un espectáculo del centro de danza Karel. Ligero es cantaor, guitarrista, percusionista y también productor y cuenta a LA NUEVA ESPAÑA este trabajo junto al centro de danza: «El espectáculo es de flamenco para rescatar palos antiguos del género, palos que ya no están activos como el martinete».

Se le pide que explique lo del martinete para los no iniciados y lo hace con gran capacidad descriptiva. A la par que lo cuenta entretiene y eso, entretener, hoy en día es todo un logro: «Es un cante salido de los sonidos de los "fragueros" con el martillo pilón. Un cante con más de un siglo. Y abro el espectáculo con el martinete», puntualiza este cantaor que está ya muy integrado en el mundo musical asturiano y muy consolidado dentro del grupo Karel, con shows muy aplaudidos en otras actuaciones en Gijón y un grupo base formado por Virginia Herrero (baile), Emilio García (bajo), Diego Oliveros (Chelo), Pepín Salazar (guitarra) y Samu (percusión).

Francis Ligero distribuye el cante del espectáculo en diferentes variantes flamencas, por lo que, a la vez que se escruta la actuación, se van adquiriendo ciertos conocimientos básicos del género: «Luego del martinete arranco con una soleá y la guitarra. Canto acompañado del "tío Pepín Salazar" y voy añadiendo cantes, instrumentos, bailes...».

Hay que matizar que Francis Ligero se refiere a Pepín Salazar como «tío Pepín» por una cuestión de amistad, cariño y tutelaje artístico: «para mí es el tío Pepín», puntualiza el cantaor.

En el show flamenco entra de todo. Cuenta Francis Ligero que es un recorrido por los diversos universos del cante, los instrumentos y del baile. «El show prosigue con una petenera con chelo, para dar paso de inmediato al percusionista y la bailadora». Tiene varias sorpresas dentro del número que ofrece con el centro Karel, pero relata a este periódico una curiosidad de la que tienen conocimiento los muy flamencos, como los es «la farruca, que nace en Galicia, y que fue adaptada por los andaluces», precisa.

Esto de la vecindad con Galicia da pie para recordarle al cantaor que en Oviedo hay una peña con el nombre de Enrique Morente y que, recientemente, estuvo cantando en su sede en Oviedo Enrique Morente hijo. En seguida entra al tema ya que con el hijo del maestro granadino actuó en alguna ocasión. Francis Ligero es muy respetuoso con todos su colegas y valora cualquier artista grande del jondo, sea cual sea su espíritu, innovador o tradicional. «Ya tuve la oportunidad de cantar allí», en la peña Enrique Morente, «hay buena afición en Asturias y buenos guitarristas».

Respecto a los eternos debates entre puristas y vanguardistas, Ligero analiza, con mucha prudencia y respeto hacia todos: «Yo siempre bebí de la fuente de Antonio Mairena. Pero, evidentemente, por la edad nos marcan mucho Camarón y también Enrique Morente. Camarón y Paco de Lucía fueron los que innovaron el cante, pero también el vestuario y la forma de sentarse. Quitaron el negro por el blanco y el beige. Además Paco de Lucía fue quien cambió la postura al tocar la guitarra cruzando la pierna. Antes se tocaba vertical con la oreja pegada a la caja. Desde entonces se cambió la postura», puntualiza Francis Ligero, que no escatima elogios para el guitarrista: «Paco es el maestro. De Sabicas, que era un gitano de Pamplona y había internacionalizado el flamenco, vivió Paco; y de ahí vinieron todas las innovaciones». Lo demás, dice Ligero, es «flamenco de temporada». Antes de la despedida desvela que va a hacer una gira con el saxofonista Jorge Pardo, con el que ya hice el disco "Reikiavik", disco que se llevó el primer premio del Festival del Cante de las Minas. Y fue disco del año de jazz flamenco. Ahora nos vamos a Francia», concluye.