Certifica lo que se ha ido configurando con el paso de los años, que Gracia Querejeta es un importante activo del actual cine español y que su filmografía ha ido adquiriendo madurez hasta convertir- se en una auténtica garantía de buen cine. Aquí efectúa, por encima de todo, un análisis pormenorizado y, sobre todo, solvente de la mutación que se produce en unos personajes, un grupo de amigos que se reúnen un fin de semana para celebrar el 40 cumpleaños de uno de ellos. Todo como consecuencia del poder del dinero y de su capacidad para pervertir a unos seres que, además de la codicia, están condicionados por la crisis económica y por la delicada situación que, salvo una excepción, están atravesando.

El caso es que lo que empieza con buenos augurios y con momentos entrañables acaba convirtiéndose en una auténtica jauría en donde la amistad no es, en absoluto, un vínculo firme y seguro. La cinta es fruto de nuevo, tras Quince años y un día, de la colaboración de la directora con el ahora guionista Antonio Mercero. El factor más consistente de la película es, con mucho, el soporte dramático de todos los individuos, en concreto nueve, que nutren un relato que adquiere por ello una enorme capacidad para comunicar con el espectador y para que éste entre de lleno en la tremenda e intensa trama que se le plantea.

Para ello no hace falta más que un escenario, una casa aislada y cercana al mar en la isla de Tenerife, y un motivo, en realidad dos, para justificar que nueve amigos se citen unos días para compartir el cumpleaños de la anfitriona, Elia. La gran noticia, sin embargo, es que esta última revela, ante el asombro de todos los demás, que ha sido la ganadora del sorteo multimillonario del Euromillón, con un bote acumulado, nada menos, de 140 millones de euros.

Es curioso y significativo el proceso de cambio que se va operando en los personajes desde el instante en que el dinero se convierte en el eje y en el causante de todo lo que acontece. De este modo, mientras la propia Elia efectúa un último intento por conseguir de nuevo el amor de su expareja, Mario, que ha acudido a la cita de forma inesperada con su nueva prometida, una atractiva y principiante actriz argentina, todos los demás empiezan a concebir esperanzas de que la generosidad de la millonaria les permita disfrutar de una parte de ese cuantioso «gordo».