Una aventura extraordinariaClasificación [ ** ]

Título original: «Big miracle». Nacionalidad: EE.UU.-británica. Producción: Working Title Anonynous Content, para Universal. 2011. Director: Ken Kwapis. Guión: Jack Amiel y Michael Begler, basado en el libro de Thomas Rose. Fotografía: John Bailey. Música: Cliff Eidelman. Intérpretes: Drew Barrymore, John Krasinski, Kristen Bell, Dermot Mulroney, Tim Blake Nelson, Vinessa Shaw, John Pingayak, Ted Danson, John Chase, Ahmaogak Sweenie, Stephen Root, John Michael Higgins. 107 minutos.

Nadie duda de sus buenas intenciones y salta a la vista que la historia que se nos cuenta, inspirada en hechos reales que recogió Thomas Rose en el libro Freeing the whales, es ejemplarizante y casi un milagro, pero también es obvio que a la hora de plasmarla en la pantalla se han seguido los eternos e ingenuos esquemas d e estos productos destinados a la familia y planteados desde una concepción simplista y un tanto empalagosa. Recuerda a La gran aventura de Winter el delfín, que vimos el pasado año, y tiene una clara estructura de cuento. Dirigida por un Ken Kwapis entregado por entero a las comedias, del tipo Hasta que el cura no separe, y los relatos juveniles, es una de esas películas que no hacen demasiado molestas pero que edulcoran la realidad y los personajes hasta niveles exagerados.

Esta «aventura extraordinaria» acaeció en el Norte de Alaska, en los confines del Círculo Polar Ártico, en 1988 y tuvo como protagonistas a una familia de ballenas que se quedó bloqueada por el hielo. Su situación era tan desesperada que apenas podían sobrevivir unos días antes que el único agujero por el que podían respirar se congelase. La operación de salvar a estos animales fue una iniciativa, sobre todo, de una miembro de Greenpeace, Rachel Kramer, que consiguió la colaboración de un periodista y ex novio suyo, Adam Carlson, y de un nativo de Alaska. Entre todos lograron movilizar primero a toda la sociedad, incluyendo a un magnate del petróleo que no parece nada ecologista en principio, pero que se subirá también al carro de proteger a la naturaleza y las especies en vías de extinción, y a un potente buque rompehielos soviético que será determinante en la operación.