En una Mostra sin cine español que opte a los Leones, Marisa Paredes ha sido una embajadora simbólica gracias a la lusofrancesa "Linhas de Wellington", aunque hasta Venecia le ha perseguido el estigma de "chica Almodóvar", del que se ha defendido: "En todo caso, señora Almodóvar".

"Curiosamente, fue aquí donde nació el término 'chica Almodóvar', cuando presentamos 'Entre tinieblas', que era la primera película de Pedro que se veía fuera de España, éramos tantas actrices que siempre faltaba alguna para hacer la foto y los fotógrafos italianos, que son muy graciosos, preguntaban, ¿dónde están 'le ragazze Almodóvar'?", ha explicado Paredes.

La actriz amplía su carrera internacional con "Linhas de Wellington", para la que Raoul Ruiz le llamó antes de morir y que ahora, en las manos de su viuda, la chilena Valeria Sarmiento, ha presentado en La Mostra, orgullosa de haber rodado en un idioma que no conocía, el portugués, y como parte de un reparto que incluye a Catherine Deneuve, Isabelle Huppert, Michel Piccolì o John Malkovich.

Paredes ha dicho que Sarmiento es "muy valiente" por haber heredado este proyecto y por haberle mantenido en el de Filipa, una aristócrata de Portugal que acaba perdiendo la razón al negarse a abandonar sus posesiones con la invasión napoleónica que ocurrió hace dos siglos.

"Le pregunté a Raoul Ruiz, ¿qué tengo que hacer? Porque no hablaba ni inglés ni portugués, ni ninguna de las lenguas de la película. Me quedé más tranquila cuando me dijo que solo tenía que hablar en francés y español, aunque luego no era verdad", ha explicado a la prensa española en Venecia.

Con esta película "que pone el acento en las mujeres, pero no solo en ellas, sino que da importancia a la resistencia", en palabras de la actriz, Paredes completa una trayectoria internacional que incluye "La vida es bella", de Roberto Benigni, o "El coronel no tiene quien le escriba", de Arturo Ripstein.

Agradeciendo las puertas que le ha abierto trabajar con Almodóvar, sobre todo en "La flor de mi secreto", "Tacones lejanos" y "Todo sobre mi madre", Paredes no cree, en cambio, que el cine español tenga más problemas que los que las medidas gubernamentales le impone.

"El cine español no renquea. Son las medidas del gobierno las que le hacen renquear. Se están cerrando salas, los productores han comenzado una protesta a nivel europeo... Nos vamos a ver muy renqueantes, pero yo quiero pensar que no es que el gobierno esté en contra de nosotros. Sería un país despreciable si se fuera contra el cine español. Es como ir contra nosotros mismos", ha argumentado.

Y, finalmente, no ha podido responder a la razón por la cual la cinematografía española no tenga presencia en La Mostra, más allá de su participación y la de Javier Bardem en la cinta de Terrence Malick "To the Wonder".

"No lo sé, no he hablado con nadie de este tema. Supongo que la gente del cine español estará sorprendida. En mi opinión tenemos muy buenas películas que van al Festival de San Sebastián, aunque también está bien que las elijan para participar en nuestro festival más internacional", ha concluido