Excesivo, polémico, genio... A Lars Von Trier se le pueden poner todos los calificativos, buenos o malos, que quepa imaginar. La forma que tiene de entender el cine no tiene parangón en la historia del séptimo arte. Amado por muchos, odiado por unos pocos, este danés pasado de rosca tiene una nueva criatura que le sirve para indagar en la ninfomanía y llevar al límite sus obsesiones sexuales.

´Nymphomaniac´ está instalada en la polémica desde hace meses. Peleas con actores, extraños tráilers cargados de sexo y actores fingiendo (¿o no?) orgasmos no han hecho más que elevar la expectación sobre una película de cinco horas y media que a España llegará dividida en dos partes. La primera se estrenará el 25 de diciembre y la segunda, un mes más tarde, el 24 de enero.

Fiel a sus principios, el creador del movimiento Dogma se ha negado a recortar la película pese a su excesivo metraje (un suicido comercial para las salas) y no ha querido ni oír hablar de una versión ´light´. En total son ocho episodios sobre las experiencias eróticas, narradas en primera persona, de una mujer auto-diagnosticada como ninfómana a la que da vida la francesa Charlotte Gainsbourg.

Sexo explícito

Aunque el montaje final es un misterio, parece que los que quieran porno duro lo tendrán. Von Trier no se anda con remilgos y ha rodado sexo explícito con actores 'hardcore' que se mezclan con escenas de sexo simulado, aunque con el cineasta de Copenhague nunca se sabe.

El interés por la pornografía del director de 'Melancolía' no es nuevo. En ´Los idiotas´ aprovechó la absurdez y el caos reinante en la película para introducir furtivamente una copulación real, mientras que en la grotesca ´Anticristo´ mostró mutilaciones genitales y escenas de onanismo que levantaron a más de uno de la platea.

Además, su productora, Zentropa Entertainments, se ha dedicado a financiar filmes porno de calidad, según los denominaba, dirigidos a mujeres como ´Constance´ (1998) o ´Pink Prison´ (1999).

Desafío interpretativo

En el fondo, Von Trier no engaña a nadie. Los actores que trabajan con él saben que se van a someter a un estricto plan de trabajo y que el cineasta va a llevarles al límite. Vamos, que van a sufrir lo que no está escrito.

Puede que no sea una experiencia gratificadora, pero las estrellas de Hollywood se pelean por participar en sus excentricidades. A sus ´encantos´ se han rendido Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Bryce Dallas Howard, Willem Dafoe o Kiefer Sutherland.

En 'Nymphomaniac' repite con Dafoe tras ´Anticristo´, al que se suman intérpretes de la talla de Uma Thurman, Shia LaBeouf, Jamie Bell, Christian Slater, y habituales del director como Stellan Skarsgard o la citada de Gainsbourg, que podría haber puesto punto final a su fructífera relación laboral con el danés.

La hija de Serge Gainsbourg y Jane Birkin, que nunca ha tenido reparos en mostrar su cuerpo y acometer escenas subidas de tono (ver ´Anticristo´), se ha mostrado esta vez molesta por los excesos de Von Trier. La actriz y cantante reconoce que hubo dos cosas que se negó a hacer: masturbar a un actor porno y aparecer en el mismo plano con él.

El provocador cineasta aspira ahora a llevar el metraje completo al festival de Cannes, donde fue declarado persona 'non grata' por sus polémicas declaraciones sobre Hitler.