Javier Cámara llamó al realizador Paolo Sorrentino porque quería trabajar en "The Young Pope" y, tras varias pruebas se hizo con el papel de monseñor Gutiérrez en esta superproducción televisiva protagonizada por Jude Law. "No me arrepentiré nunca de haberle llamado", asegura a Efe.

"Creo que hay que interesarse por la gente que a uno le gusta", afirma Cámara, que cuenta divertido cómo conoció a Sorrentino en 2003 en un festival y luego coincidió con él en los Premios del Cine Europeo.

"Debo reconocer que él es mucho más joven, intimamos, nos reímos. Yo no hablo italiano pero me lo invento y eso a él le hizo mucha gracia. Luego coincidimos en Madrid un fin de semana", recuerda el actor español, que asegura que desde su primera película ya vio "los matices de todo en lo que se iba a convertir".

El último resultado de la desbordante imaginación del realizador italiano ("La gran belleza") es "The Young Pope", diez episodios en los que recrea la vida del ficticio papa Pío XIII, el primero estadounidense, en una historia crítica, irreverente, divertida y muy inteligente.

Los dos primeros episodios se han proyectado, con muy buena acogida, en el Festival de Venecia, ciudad en la que también se desarrolló el rodaje.

"Ha sido un viaje precioso, iniciático incluso. La producción es tan grande, los medios son tan extensos y luego el poder de la creatividad, el poder real estaba en manos de Paolo, del creativo principal, todo estaba a su servicio, al servicio de su creatividad, al servicio de que sus planos fueran bellos y llenos de emoción", relata emocionado Cámara.

Porque si algo destacan todos los que han participado en la serie es que Sorrentino ha tenido absoluta libertad, algo difícil de conseguir en un proyecto tan largo.

El cineasta ha podido "permitirse el lujo constante de hacer lo que quiera, improvisar lo que quiera, poner la cámara donde quiera, abrir las puertas que quiera (...) Y verlo de cerca y formar parte de ello es increíble", agregó.

Y ello aunque no hayan podido grabar ni una sola escena en el Vaticano, que no concedió permiso. Solo los planos más alejados, filmados desde Roma, muestran los escenarios reales donde se desarrolla esta serie, en la que también participan Diane Keaton o James Cromwell.

Rodada en inglés, lo más difícil a priori para el protagonista de "Hable con ella" era "ponerle alma a una lengua" ajena, pero al final fue mejor de lo que esperaba porque tuvo enfrente a actores "como Jude Law, o Keaton, o Cromwell, que son gente maravillosa, que te ayudan, que te lo hacen fácil".

Además, le resultó fascinante que con su inglés aprendido en los últimos tiempos, fuera capaz de decir una frase y que le respondieran como si le hubieran entendido.

También han ayudado los medios de que disponía la producción y el largo tiempo dedicado a la preparación. Pero además el hecho de que los actores españoles, desde hace tiempo, se hayan curtido en otras "producciones más dificultosas".

"Cuando tienes todo el tiempo para prepararte, los mejores profesionales, los mejores equipos técnicos, de repente te das cuenta de que estás preparado para hacer una secuencia al día y permitirte el lujo de probar cosas", comentó.

Y, sobre todo, cuando el director es alguien que pide a sus actores que se liberen, que jueguen y que disfruten. "Es una gozada", aseguró.

Sobre sus compañeros, no se le agotan las palabras para alabar a Jude Law, el alter ego de Sorrentino en este proyecto, de quien dice que ha hecho un trabajo "shakesperiano, dantesco, en el mejor sentido de la divina palabra".

"No he trabajado nunca con un actor tan profesional como él, le he visto repetir hasta el límite, tomas complicadísimas, el control que tiene técnicamente de toda la estructura de todo lo que conlleva el cine y la televisión junto a la preparación teatral. Venía de hacer 'Hamlet', de hacer 'Enrique V' y ahora vuelve al teatro, tiene un compromiso muy grande con su profesión", explicó.

Un actor comprometidísimo al que Cámara ha visto "picar piedra cada día" y al que considera "un ejemplo" para él.

Al respecto, resaltó que ha tenido la suerte últimamente de trabajar con actores como Law o Ricardo Darín. Son "gente muy muy potente, a la que admiro y a la que quiero, y me he dado cuenta de que es gente que trabaja mucho, así que hay que seguir por este camino", insistió.

Un camino que se ha abierto al cine internacional.

"Almodóvar me abrió el mundo en español. Gente como Coixet o Sorrentino te dan la posibilidad de audiciones, castings y conocer otras culturas. Yo me lanzo a lo que sea, no tengo miedo".