Vivimos en un momento en el que resulta cada vez es más difícil imaginar una película que no vaya enfocada desde su lanzamiento a generar una saga. Hollywood vive una sequía de ideas originales y por ello se invierte sobre seguro, en secuelas, precuelas y 'spin-offs' de grandes films que llenen las salas. Pero esta fórmula tampoco es infalible y la toma de malas decisiones puede destruir completamente una franquicia.

Existen muchos motivos para que una continuación de una saga se pegue el batacazo en taquilla con su última (o últimas) entregas. Algunas veces se trata de un mal guión, una continuación inapropiada de la historia, o una pérdida de interés por parte del público.

Otras veces, el fracaso viene determinado por la avaricia, que mueve a las productoras a lanzar secuelas innecesarias de historias que no dan para más o que aún no han reposado lo suficiente. Es en este caso cuando una irresponsabilidad en el proceso de producción es capaz de arruinar definitivamente a esos personajes que los fans han llegado a amar.

Hoy repasamos 10 terribles decisiones de producción que arruinaron grandes franquicias.

1. Dividir ‘Sinsajo’ en dos películas en ‘Los juegos del hambre’

La fórmula que tan buenos resultados dio con sagas como 'Harry Potter' o 'Crepúsculo' no funcionó del mismo modo para 'Los Juegos del Hambre'. Supuestamente, la intención era tener más cantidad de metraje para contar el desenlace de la trilogía. Por desgracia, esto resultó en un alargamiento insulso (e innecesario) de la trama que no convenció al público.

2. Incluir a Venom para vender merchandising en ‘Spiderman 3’

El experto en merchandising Avi Arad también fue el productor de la trilogía de la trilogía de 'Spiderman' de Sam Raimi. Y la fórmula que funcionó en las dos primeras entregas, provocó que en la tercera metiesen 'con calzador' a Venom, uno de los mejores y más importantes villanos del trepamuros que, obviamente, fue brutalmente desaprovechado en la película.

3. Cambiar una fórmula que funciona en ‘James Bond’

Las películas de James Bond, por lo general, están cortadas por un mismo patrón que el público ya se ha aprendido de memoria. Sin embargo, la fórmula parece que gustaba a su público. La renovación del carácter en las cuatro últimas películas ('Casino Royale', 'Quantum of Solace', 'Skyfall' y 'Spectre'), lejos de generar interés en el espectador, ha provocado que para muchos el agente 007 pierda sus señas de identidad. Algo que se ha visto reflejado en la taquilla.

4. La maldición de la ‘secuelitis’ en las películas de Pixar

Técnicamente, Pixar no es una franquicia en sí misma, pero es innegable que sus películas funcionan gracias a las señas de identidad de la compañía. Y una de ellas es el continuo flujo de nuevas ideas y personajes. Algo que por desgracia se está perdiendo en los últimos tiempos. Si bien el regreso de los juguetes en 'Toy Story 3' funcionó de maravilla, no ha sido así con 'Cars 2' o 'Buscando a Dory'. Está por ver qué acogida recibirán los próximos proyectos del estudio: 'Cars 3', 'Los Increibles 2' y 'Toy Story 4'. ¿Se estarán quedando sin ideas?

5. Incluir aliens en ‘Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal’

Cuando se anunció que Indiana Jones volvería en una cuarta entrega de la mano de Spielberg y George Lucas, los seguidores del personaje vitorearon la decisión. Sin embargo, en 'El Reino de la Calavera de Cristal' Indy no se enfrenta con nazis, magos vudú ni antiguos Santos Griales. La decisión de incluir extraterrestres en la franquicia no sólo decepcionó al público, sino que también acabó con todo el aura de nostalgia que respiraba la franquicia.

6. Un mal plan de actuación en ‘El Hobbit’

Durante mucho tiempo, se pensó que el (relativo) fracaso de la trilogía de 'El Hobbit' residía en haber alargado demasiado la historia de manera innecesaria. Pero Peter Jackson reveló que en realidad, fue el abandono del proyecto por parte de Guillermo del Toro en la segunda película lo que provocó una serie de cambios en la producción que sólo pudieron resolverse con una tercera (y sobrante) entrega.

7. Retorcer demasiado la trama en ‘Terminator’

Uno de los puntos fuertes de las dos primeras entregas de 'Terminator' era el hecho de que, pese a que los viajes en el tiempo eran el punto central de la trama, no se abusaba de ellos. Sin embargo, en 'Salvation' y 'Génesis' se abusa tanto de ellos que, al final, no sabes qué parte de la historia creer, que parte nunca ha ocurrido, y si algo tiene el más mínimo sentido.

8. El complejo de Dios de George Lucas para ‘Star Wars’

Si bien con la trilogía original de 'Star Wars' George Lucas orquestó un fantástico universo que hizo las delicias de los espectadores, el ego del director y creador provocó que las precuelas no convenciese a los fans. Pero teniendo en cuenta que 'El despertar de la Fuerza' también decepcionó (en cierta medida) a los espectadores, cuesta dilucidar si la salida de Lucas de la franquicia ha sido buena o mala para las próximas entregas. Habrá que esperar a los Episodios 8 y 9 para averiguarlo.

9. Que Jack Sparrow sea el eje central en ‘Piratas del Caribe’

No cabe duda de que Jack Sparrow es el protagonista indiscutible de la franquicia de 'Piratas del Caribe'. Un personaje que, en primera instancia se presentó como un rol secundario en la historia y que fue ganando fuerza gracias a la actuación de Johnny Depp. Sin embargo, en las tres películas siguientes se le dio tanto protagonismo que la historia de Will Turner quedó relegada a un segundo plano hasta desaparecer, a la vez que la audiencia se cansaba de ver una y otra vez al etílico Capitán Sparrow.

10. Que John McClane sea inmortal en ‘La jungla de cristal’

Cuando se presentó a McClane en 'Jungla de Cristal', el público lo vio como el clásico tipo duro de las películas de acción de los años 80. Sin embargo, su carisma residía en el hecho de que era un simple policía de la calle que sólo quería salvar a su familia. Es decir, la audiencia se identificaba con sus vulnerabilidades y no por su fuerza. Sin embargo, en las últimas películas de la saga se ha explotado hasta tal punto su 'inmortalidad', que se ha perdido por completo la auténtica naturaleza del personaje. Algo que el público no ha terminado de aceptar.