La actriz María León María Leónha destacado que le "encantaría" hacer un papel de loca en el cine, volverse loca en la pantalla a través de un personaje que le permita investigarlo e interpretarlo.

En una entrevista con Efe, León, que está en Cáceres para recoger el premio "San Pancracio 2012" a la mejor actriz revelación, ha explicado que adentrarse en la psique de una loca sería un viaje "muy fuerte", un trabajo que le daría la oportunidad de conocer a una persona "completamente diferente" y de la que aprendería.

Así, insiste en que quiere hacer muchos personajes en el cine, "buenos y malos", pero por encima de todo acercarse a una mujer loca, como "Juana la loca" o como un personaje "Almodóvar".

Esta joven sevillana recoge en Cáceres el premio San Pancracio a la mejor actriz revelación en el XIX Festival de Cine Solidario de Cáceres por su interpretación en la película "La voz dormida", de Benito Zambrano.

Sobre esta película, la primera que hace para la gran pantalla, ha explicado que disfrutó "como las niñas chicas cuando vienen los Reyes Magos" con su papel de Pepita.

Durante el rodaje, recuerda, se levantaba a las seis de la mañana como "loca" por ponerse el traje de Pepita, el santo al cuello y las dos trenzas para dar vida a la hermana de Inma Cuesta en el filme, a pesar de que eran 12 horas de trabajo diario.

El personaje de Pepita es, en la vida real, una cordobesa de 88 años (Josefa Patiño) que aparece reflejada en el libro de Dulce Chacón, y a quien la actriz ha tenido la oportunidad de conocer.

A León le sorprenden los premios que ha obtenido al interpretar a Pepita, "porque uno piensa que el trabajo hay que hacerlo bien" y no se imaginaba que se lo iban a reconocer.

Además, ha aseverado que entendió a la "perfección" el papel que interpretaba porque, aunque era otra época y otra situación histórica, las personas "siguen sintiendo".

"Aunque vivas una situación muy terrible, el cuerpo sigue sintiendo, sigue viviendo, sigue teniendo ganas", apunta la actriz, quien reconoce que se acordó mucho de sus abuelas al dar vida a Pepita.

A su juicio, esta película es una reivindicación de la memoria histórica, y "debería de serlo", porque "hay que contar la historia de este país", los acontecimientos que pasaron en España.

"Yo sé que no es agradable, sé que no pasaron cosas bonitas para nadie. Yo no hablo de vencedores y de vencidos, no hablo de bandos ni de banderas. Solo de qué pasó y que hay que contarlo, porque los que vienen ahora tienen que saberlo. Yo creo que la historia hay que contarla", concluye.