Durante la alfombra roja de la XXVII edición de los Premios de la Unión de Actores y Actrices que tuvo lugar en el Teatro Circo Price de Madrid este lunes, pudimos hablar con Penélope Cruz que nos explicó lo mucho que agradece a sus padres la confianza depositada en sus primeros años de carrera.

- ¿Qué es lo más bonito de tu profesión?

Para mí preparar los personajes, toda esa etapa de investigación, de búsqueda, de estar ahí a punto de ponerte los zapatos de este otro ser eso es muy bonito para mí. Por eso no me gusta estar siempre en rodaje, aunque es una suerte el poder hacerlo, pero te quedas sin el tiempo de preparación que es para mí lo más mágico y lo más bonito.

- Es una noche reivindicativa, en este momento hay muchos abanicos.

Es lo que llevamos hablando en todos los eventos que se han ido celebrando. Siempre que me preguntan digo lo mismo, no hablo solo por las mujeres de nuestra industria, que también, hablo por todas las demás que tienen otras profesiones y que son mujeres a las que no les ponen micrófonos tan cerca. Yo hablo un poco en nombre de todas.

- Noche especial, premios en familia.

Sí, hay muchos compañeros, varios que conozco desde hace más de 20 años, algunos son mis maestros y siento que les debo mucho a ellos, me han enseñado mucho y esta es una noche que me emociona.

- Tu madre, orgullosa, siempre en un segundo plano.

Sí, a ella no le gusta mucho pasar por aquí. Ella siempre entra por otro lado.

- Sabía que era tu sueño.

Sí, siempre me apoyaron y lo que dije el día del César fue eso, gracias por no reíros de mí cuando a los 12 años dije quiero dedicarme a esto. Nosotros no teníamos ningún referente alrededor, nadie que pudiera dedicarse a algo relacionado con el arte, sonaba un poco a ciencia ficción y ellos me permitieron hacerlo y confiaron en mí.