La actriz Helen Mirren volvió hoy a cautivar en la primera jornada del Festival de Cine de Karlovy Vary (República Checa), donde anoche recibió el Globo de Cristal a su trayectoria cinematográfica.

La actriz británica de origen ruso declaró hoy su interés por sacar a algunas heroínas del anonimato, como la mujer del escritor León Tolstoi, Sofía, o la del director Alfred Hitchcock, Alma Reville, dos de sus últimos papeles.

Al hablar de su última película, "Hitchcock", en proceso de postproducción, Mirren consideró a Reville una heroína no reconocida a la que es preciso "sacar de la sombra".

El lado más feminista de Mirren volvió a salir a relucir en la primera jornada del certamen, como ya hizo anoche cuando recibió, durante la inauguración del festival el Globo de Cristal a su trayectoria, momento en el que rompió una lanza en favor de las cineastas.

Sobre la relativa ausencia de papeles femeninos en el cine, Mirren señaló que para facilitar ese trabajo le dice a "los escritores que escriban para hombres y pongan nombre de mujer", que es lo que ocurrió con su papel de Próspera, en el filme "La Tempestad", basado en la obra de teatro homónima de William Shakespeare.

Además, hoy pudieron verse en la Sección Principal las dos primeras películas en liza y en la que debutó el realizador portugués Rodrigo Areias con su drama "Estrada de Palha" (Camino de paja).

En este trabajo Areias hace una sutil denuncia de la inacción y apatía de un pueblo ante un Estado corrupto e inamovible, utilizando como marco la situación en Portugal en 1903, cuando la monarquía se tambaleaba.

Este proyecto de bajo coste, rodado en tres semanas con un equipo de ocho personas, les ha llevado desde Laponia a la ribera del Duero, pasando por los caminos de la trashumancia. Son esos caminos, sembrados de paja en las entradas de los pueblos, los que dan el título al filme.

La segunda película en competición que se proyectó fue el drama noruego "The Almost Man", del realizador Martin Lund, que cuenta la historia de un hombre que resiste a hacerse mayor y debe afrontar la paternidad, para la que no parece preparado.

Una cinta inteligente y de contenido actual, en la que destaca la actuación de Henrik Rafaelsen, que intervino recientemente en la exitosa comedia noruega "Happy, Happy".

El cine checoslovaco celebró hoy el estreno de una de las obras maestras de Milos Forman, "El baile de los bomberos", que ha sido digitalizada con fondos privados.

Esta comedia fue rodada en Checoslovaquia en 1967 en los inicios de su carrera cinematográfica, antes de que se exiliara a Estados Unidos.

Y es que el cine de Forman no fue bien visto por el régimen, y esta cinta en concreto estuvo veinte años en una caja fuerte antes de poder estrenarse.

Tuvo como introducción un breve documental, donde Forman recrea la producción de la película y donde se pasa revista a algunos de sus protagonistas en el lugar donde se rodó.

Aquel canto a la vida y a la improvisación, en medio de las restricciones totalitarias más asfixiantes, contó con un reparto de actores profesionales muy limitado, y los extras tomaron las riendas.

En "El baile de los bomberos" sale también a relucir la fina ironía del cineasta, en sus ataques a la sociedad totalitaria de entonces, en la que se miden mucho las palabras y se fijan algunos clichés lingüísticos, como el uso de la palabra "soudruh" (camarada comunista) o solidaridad, término preferido en las antiguas democracias populares.

El film, que recibió una gran acogida del público en el Grand Hall del Hotel Thermal, refleja el tono sensual típico de las películas de Forman, en el mismo estilo que en "Amadeus" (1984), incluso con alguna escena idéntica, como los juegos amorosos debajo de una mesa.