El polifacético Paco León debuta como director en la película «Carmina o revienta» que se ha estrenado de manera simultánea en Internet, DVD, televisión a la carta y en 20 cines de todo el país.

-Artista polifacético donde los haya usted es conocido como actor pero en esta cinta revela su faceta de escritor y de director.

-Soy un hombre muy inquieto. Me considero un actor a quien le interesan muchas cosas al margen de la actuación. Cuando salí de la escuela no tenía compañía, por lo que me tocó un poco buscarme la vida. Hice cortos y creé proyectos sin tener que esperar a que me llamasen para ofrecerme un trabajo.

-¿Cómo nació «Carmina o revienta»?

-Desde hace tiempo muchas historias familiares, fundamentalmente de mi madre, pensaba que podían tener cabida en una película. Creo que a todos se nos ha pasado por la cabeza el pensamiento de que nuestra madre tiene una película. (Risas). Mi inspiración fueron esas vivencias. Poco a poco comencé a urdir un guión. Cuando lo concluí, pensé hacerlo con actores profesionales a la manera más convencional. No obstante, creí que era mejor rodarlo con mi propia madre y con personas que no fueran intérpretes profesionales.

-¿A qué obedeció el cambio?

-Me interesaba mezclar la realidad y la ficción para crear esa verdad tan directa. El punto del documental era muy bonito para conseguir ese hiperrealismo. Desde mi punto de vista el trabajo juega con el documental, pero es una ficción porque cuenta una historia en concreto aunque haya testimonios a cámara como un recurso más. La trama tiene anécdotas reales e incluyo algunas historias que tienen un origen que mi familia, aunque están transformadas.

-¿Cómo reaccionó su madre ante la propuesta de interpretarse a ella misma y cómo fue la experiencia?

-Cuando le propuse trabajar conmigo lo acogió encanta. Sabía que estaba trabajando en el guión y cuando se lo dije en serio le gustó la idea. Cuando leyó el guión reconocía vivencias y me decía que no había sucedido totalmente así, pero yo le aclaraba que era para una película, donde hay cosas de realidad y otras de ficción. (Risas). La verdad es que fue un placer trabajar con ella. El rodaje fue muy rápido, grabamos en once días. Ha sido un trabajo muy cómodo y fluido gracias a la disponibilidad y la generosidad de mi madre e incluso a su talento interpretativo. Sabía de sus recursos expresivos, que podían ser interesantes, pero desconocía que se le diera tan bien interpretar. Me ha sorprendido mucho porque realiza cosas de gran dificultad actoral con facilitad. Tiene una intuición y talento innato.

-El objetivo de la cinta es?

-Contar la peculiaridad y la valentía de la gente común. Héroes cotidianos que salvan a su familia cada día. Creo que la película también es una manera de volver a mis orígenes y de contemplar de dónde procedes sin traumas y ni sin orgullos. Hay que estar muy en paz con uno mismo y con los tuyos para poder hacer una película sobre tu familia.

-En el festival de Málaga la película tuvo una increíble acogida por parte del público y obtuvo tres premios. ¿Le sorprendió?

-Sí. Confiaba en que fuera bien, pero la combinación de tres premios del jurado, del público y mejor actriz fue increíble. Para mí ha supuesto mucho que la primera vez que la vio el público normal, el no experto, rompiera a aplaudir. Creo que a la gente le gusta la película porque es una cinta diferente. El espectador agradece la libertad y el descaro con la que se narran algunas cuestiones. El público aprecia las cosas muy auténticas, muy de verdad.

-¿Ha pretendido romper con lo que se hace en el cine español?

-He hecho la película que a mí me gustaría ver. Creo que de manera consciente no he tenido la voluntad de innovar. Ha sido una película muy experimental hecha con dos cámaras de fotos en once días. Para mí ha sido un juego que ha salido bien.

-Visto el resultado. ¿Repetirá?

-La verdad es que me lo pasé muy bien como director, por lo que no tengo ningún trauma que superar para hacer otra película. Si se me mete en la cabeza otro proyecto me embarcaré en el proyecto. En esta cinta me he implicado en la escritura del guión, la dirección, la producción, la promoción y me encargo, con un equipo, de la distribución.

-Y precisamente la distribución de esta película es singular porque se va a estrenar de manera simultánea en Internet, cines, DVD y televisión a la carta. ¿Qué le hace apostar por esta manera?

-Es la primera vez que se hace y es también un experimento. Surge como una manera más de ser honesto con el tipo de película que he hecho. El cine está en crisis, la piratería se come a la taquilla de las salas y esta manera puede ser una alternativa. El cine barato de estreno y por Internet puede ser el futuro. Toda la industria va a estar muy pendiente de lo que sucede. La única presión que he sentido es la de los exhibidores de las salas de cine que se han sentido violentados por comerles el terreno. Por ley no se puede estrenar simultáneamente en salas y en Internet si tienes subvenciones oficiales, pero como en mi caso carecía de apoyo económico puedo hacerlo.

-¿Desde un principio tuvo claro el lanzamiento en tantos soportes?

-No. Tras el festival de Málaga comenzamos a plantearnos el lanzamiento de la película. Viendo que la distribución en cine resulta complicada, de repente yo hice mi propio estudio de mercado en Twitter. A mis más de 500.000 seguidores les pregunté que si ponía «Carmina o revienta» en Internet por 1,90 euros la comprarían. En una hora me llegaron más de un millar de respuestas en las que me decían que sí. Mucha gente decía que Internet era una ventana al mundo. Percibí una necesidad social de consumir cine barato e innovador y me anime a hacerlo. Además, debo de agradecer el respaldo de algunas salas que han apostado por difundir la película como Cines Valderaduey de Zamora, cuyos responsables han sido muy valientes y unos de los que primeros que quisieron programar «Carmina o revienta» como ejemplo de modernidad frente a otros exhibidores retrógrados. Le estoy muy agradecido porque me consta que han recibido presiones.