Pola de Siero, Manuel NOVAL MORO

Agrosiero se despidió ayer con muy buen sabor de boca. No sólo porque la nueva sede en la plaza cubierta dejó satisfechos tanto a los usuarios como a los comerciantes, sino también porque cerca de medio centenar de personas tuvieron la oportunidad de asistir a una insólita cata de vinos, protagonizada en vivo por la experta en vinos Elvira López y a través de videoconferencia, nada menos que desde Nueva Zelanda, por el enólogo Rafael Somonte.

Los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer las características de los tres vinos que elabora la bodega Somonte: los tintos S1 y S2, y el rosado Perrito Travieso, todos elaborados con la variedad de uva prieto picudo, originaria de Valdebimbre (León).

Somonte dio explicaciones sobre la elaboración de los vinos y el distinto proceso que lleva fabricar las tres marcas, y López dio nociones básicas para reconocer la calidad de los caldos por el aroma, el color y otras características visuales y, por supuesto, el sabor. La experiencia, en la que tuvieron la oportunidad de participar el alcalde, Eduardo Martínez Llosa, y el concejal de Economía, Luis Vázquez, fue valorada muy positivamente por todos los alumnos.

La cata de vinos se daba durante la sesión vermú del domingo, que fue quizá el momento más concurrido de la feria agroalimentaria. La plaza cubierta se llenó de gente durante las horas del mediodía, y también lo hizo la carpa anexa, en la que los ocho lagares de Siero ofrecían por segunda vez sidra gratuita a las visitas.

Fue, también, muy concurrida la exhibición de adiestramiento canino que tuvo lugar en el tramo de la calle Marquesa de Canillejas que discurre paralelo a la plaza, que se había cerrado al tráfico para la ocasión.

Se conocieron, asimismo, los resultados del concurso de escanciadores celebrado el pasado sábado. El primer puesto fue para Jason Franco, de la sidrería El Madreñeru / Manolo Jalín, de Pola de Siero, y en segundo lugar se clasificó Pablo Álvarez, del lagar La Morena, de Viella. El tercer puesto fue para Jonathan Trabanco, también de la sidrería El Madreñeru / Manolo Jalín. El concurso contó con la participación de veinte escanciadores.

La feria se cerró con mucha participación de público, y la mayoría de los comerciantes se mostraron satisfechos con las ventas que tuvieron en la nueva ubicación, la plaza cubierta. Alguno de ellos aseguraba que casi había duplicado lo vendido el año pasado, aun teniendo en cuenta la mala coyuntura económica.

Ahora queda por saber si en ediciones posteriores tendrá cabida la feria tal como ha sido concebida este año, ya que dentro de unos meses se colocarán en el interior del edificio veinte puestos fijos de venta de productos de abasto que ocuparán una franja doble paralela a la calle Alcalde Parrondo. En cualquier caso, e independientemente de cómo sea en el futuro, Agrosiero demostró que sigue creciendo y con muy buen poder de convocatoria.