Nacho Manzano reinterpretará los platos de toda la vida, como solo un cocinero con estrellas Michelin puede hacerlo, en la casa de comidas que abrirá en el número 24 de la calle Cervantes el próximo marzo. "Gloria" será un homenaje a su abuela, una cocinera que guisaba con un resultado igual de elevado que su propio nombre.

"Será el local al que siempre quise ir a comer y llevar a los más queridos". Manzano tiene claro que si lo tradicional perdura es por algo y que es la base de la refinada cocina de autor. Por eso, ha incluido en la carta pollo con croquetas y patatas, menestra, sopa de pescado, guisantes de primavera o alcachofas rehogadas. "Mi abuela hacía una guarnición espectacular a base de croquetas que merece salir del recetario de la familia para compartirla con el público". El chef no llegó a conocer a Gloria aunque distingue perfectamente el sabor de sus guisos gracias al buen hacer de su madre, que tomó nota, le inculcó la pasión por los productos de temporada, y junto a su esposo Marcial Manzano, regentó una casa de comidas en Arriondas, la hoy afamada Casa Marcial.

El pescado y el marisco del momento, la mejor carne o las legumbres recién recolectadas formarán parte de un menú reducido. "Cambiaremos los platos poco a poco, en función de la época de año", matiza Manzano, que también quiere rescatar del olvido el menú cantado. "El cliente podrá consultar la carta, pero, a la vez, los camareros lo harán a viva voz para recuperar la cercanía con los comensales". Además, "los precios estarán al alcance de todos los bolsillos".

El cocinero parragués ultima los detalles de la apertura y dejará el local en manos de su equipo de hostelería. Félix Martínez será el jefe de cocina y Rafael Valdés estará en la sala, con capacidad para sesenta o setenta personas.

Manzano confía plenamente en los profesionales que le acompañan en sus proyectos, tanto en Casa Marcial, en La Salgar (Arriondas), como en la cadena londinense La Ibérica. De hecho, la confianza es una de las razones fundamentales por las que se ha lanzado a abrir un nuevo negocio."En primer lugar, tengo un compromiso con mi gente, por otro lado, siempre tuve ganas de ofrecer un concepto de comida tradicional y contemporánea con un filtro personal, y por último, Oviedo me encanta porque paso mucho tiempo aquí. Más tarde o más temprano tenía que tener un local en la capital asturiana".

Además de poseer dos estrellas Michelin, el cocinero recibió en octubre el Premio Nacional de Hostelería en la categoría "Empresa hostelera de origen español en el mundo" por los restaurantes ubicados en Londres y con ambientación española, La Ibérica.

No es el único de la familia que ha despuntado en el mundo de la gastronomía. Su hermana Esther Manzano tiene una estrella Michelin por su restaurante gijonés, La Salgar. Ambos crecieron entre ollas, y fogones. Ahora, la tradición de los Manzano estará un poco más cerca en Oviedo y sabrá a gloria.