Los restauradores Joan, Josep y Jordi Roca han llegado este mediodía al jardín del mejor restaurante del mundo, El Celler de Can Roca, donde han sido ovacionados con cánticos de "campeones, campeones" por sus empleados, familiares y amigos.

Tras horas de espera, finalmente poco antes de las 14.00 horas los números uno de la gastronomía mundial han llegado al Celler, en donde aparte de abrazos, aplausos y mucha emoción, las líneas telefónicas y la web estaban colapsadas de tantos intentos de reserva, inútiles hasta dentro de 11 meses.

El mayor de los hermanos, Joan, que se ha fundido en un abrazo con cada uno de sus empleados, ha defendido una manera de trabajar dirigida a hacer feliz al cliente y no basada en los reconocimientos.

"No trabajamos para reconocimientos, no trabajamos para las listas: trabajamos para el cliente, queremos que el cliente sea feliz, que viva una experiencia gastronómica especial y seguiremos haciendo esto independientemente de lo que digan listas y guías", ha mantenido.

En este sentido, ha apelado a un ADN inconformista que hace que tengan ganas de hacer "cosas nuevas, distintas y de corresponder a las expectativas que tiene la gente".

Los tres genios de la cocina, que dieron órdenes a sus empleados y familiares de celebrar cualquiera de las posiciones en que quedaran si estaban entre los 10 primeros puestos, igual que sus padres e hijos, no se esperaban volver a ser el número uno de la lista de la revista Restaurant.

Quizás por eso "nos ha hecho tanta ilusión como la primera vez, por poco esperado", ha asegurado el chef.

Para Josep, el sumiller, este año "hemos trabajado más que nunca y hecho más deberes que nadie. Íbamos con la tranquilidad de que, más allá de lo que te digan que eres, tú sabes que tienes un equipo maravilloso y que no se puede trabajar más".

Esta vuelta al liderazgo de la gastronomía mundial les coge con más experiencia, y "probablemente nos protegeremos mejor del éxito, evitaremos la parte de la fascinación, tenemos la sensación de un ego un poco más maduro y más capacidad para asumir responsabilidades", asegura Josep.

A su juicio, la clave de este nuevo reconocimiento puede estar en "la calidad de los productos agroalimentarios, en una manera de ser, de pensar, una filosofía de vida, una vinculación a la investigación constante y a la vanguardia de donde estamos enclavados".

Para su hermano pequeño, Jordi, mejor pastelero del mundo del 2014, quizás han vuelto a encabezar los mejores 50 restaurantes del mundo "por ser tres, con una vertiente creativa en las tres disciplinas, porque nos complementamos, y detrás hay muchos años de trabajo".

Los tres hermanos triunfadores coinciden en que este nuevo reconocimiento "vuelve a poner el foco de la gastronomía mundial en Girona y Cataluña".

"Mas que al Celler en sí, esto beneficia a todo el territorio, que es rico en productos excepcionales y con gran tradición gastronómica", ha asegurado el mayor de los Roca, que considera además que es un reconocimiento "al trabajo y al esfuerzo de un oficio en el que hay mucha gente trabajando a alto nivel".

Tras el primer eufórico y emocional recibimiento, una mesa con unas setenta personas entre empleados, sus padres e hijos y amigos, les esperaba en el exterior de la Masía, espacio que dedican a la innovación y formación.

Un arroz de carne con setas y unas ensaladas han sido el menú escogido para celebrar, acompañado por la animada música de un pinchadiscos, el almuerzo por el éxito de los Roca y de su equipo, entre una alegría desbordada.

Un equipo de "gente joven comprometida, ilusionada y entregada", al que han atribuido gran parte de su éxito.

En este sentido, el sumiller ha mantenido que "intentamos pensar que la revolución de la cocina ya no pasa por aparatos de tecnología, o por la búsqueda del producto, que se sobreentiende", sino que pasa sobretodo "por interpretar mejor la gestión de las emociones del equipo, de los clientes con los trabajadores y de los trabajadores entre ellos y con nosotros".

De cara a los próximos meses mantienen la gira para este verano, que les llevará entre el 1 de agosto y el 7 de septiembre a Argentina, Estados Unidos y Turquía, igual que ya hicieron el año pasado por Latinoamérica.

Esta noche el Celler de Can Roca, otra vez como número uno mundial, abrirá sus puertas como siempre a las 20.30 horas, pero quien quiera una reserva a partir de hoy deberá esperar al 1 de julio, cuando se abrirán las plazas para junio de 2016.

A las 19.00 horas, en la plaza del Ayuntamiento de Girona, los hermanos Roca tendrán un reconocimiento público por parte de las autoridades gerundenses.