Ángel FIDALGO

El Gremio de Artesanos Confiteros del Principado de Asturias comenzó ayer a impartir un curso sobre los dulces típicos de Pascua que corre a cargo del conocido pastelero catalán Claudi Uñó, juez del Campeonato del Mundo de chocolate y ex campeón de España de pastelería.

En Oviedo enseña a sus colegas asturianos las nuevas técnicas con las que se trabaja el chocolate para que las apliquen en su trabajo cotidiano. «La última novedad son los moldes de gelatina y una cobertura plástica con chocolate, que es fundamentalmente lo que enseño en este curso», explicó a este periódico cuando se encontraba en plena faena.

Aunque admite que en España se hace un buen chocolate, se decanta por el belga por su textura, tanto el negro como el que lleva leche. A esta conclusión llegó después de treinta años en este oficio, en el que comenzó siendo muy joven.

A sus alumnos les anticipó que las modas de este año estarán, una vez más, marcadas por la televisión y por el cine, por eso las figuras de los Pitufos y de Tintín, estas últimas por la película de Spielberg, se llevarán la palma, aunque continuarán los temas universales del mundo de Disney y, cómo no, del fútbol.

Claudi Uñó no dudó en afirmar que Cataluña está a la cabeza de esta tradición pastelera de Pascua, pero también en que le sigue muy de cerca Asturias tanto en cultura gastronómica como en este tipo de repostería.

«En Cataluña se cuida mucho esta tradición de Pascua, y por eso en las guarderías infantiles primero y después en las escuelas se enseñan a los niños antes de que llegue la Pascua a jugar pintando los tradicionales huevos y a embadurnarse las manos con su chocolate, para inculcarles la cultura de la mona de Pascua divirtiéndose y que de esta manera la tradición no se llegue a perder».

Una práctica que el maestro pastelero recomienda también para los colegios de Oviedo, «porque los que ahora son niños crecerán y serán padrinos con el compromiso de regalar a sus ahijados la mona o las figuras de chocolate».

En el aspecto profesional sostiene que las necesidades de Oviedo están cubiertas. « Es muy importante que una ciudad como ésta tenga unas instalaciones tan modernas como las que ofrece a los profesionales el Gremio de Artesanos Confiteros del Principado de Asturias», afirmó.

Además precisó que «es de agradecer porque ésta es la manera de crear escuela y, además, porque en ésta veo a un grupo de profesionales que están muy ilusionados con su trabajo y, lo que es fundamental, los saben transmitir a los alumnos».

Claudi Uñó comenzó su carrera profesional en el negocio familiar Pastelería Uñó, en Mataró, y amplió sus conocimientos de pastelería trabajando en varios talleres de renombrados pasteleros españoles y de Francia. Además de todos los cursos de perfeccionamiento de la Asociación de Pasteleros de Barcelona, ha seguido diferentes cursos en la Escuela Nacional de Pastelería Francesa Yssangeaux. Actualmente es profesor y desde 1993 hasta 1999 dio clases acerca de las técnicas de pastelería en la Escuela de Chocolatería y Pastelería de Chocovic.

Uñó ha ganado multitud de concursos como la medalla de oro en la exposición de moulages de chocolate Cornet Sabat (1990) y la medalla de oro en Tecnoalimentaria (1991). En marzo de 1993, obtuvo la medalla de oro en el campeonato de mejor artesano pastelero español 1993, que se celebró en Valladolid.