La Navidad está a la vuelta de la esquina y con ella llegan las comidas copiosas, las reuniones con amigos o familiares, los regalos y las largas listas de la compra. Y es que, aunque algunos son inevitables, en esta época del año los hogares españoles pasan por gastos que en muchos casos son innecesarios.

Que los precios de los alimentos en los supermercados se disparan justo antes de Navidad es de sobra conocido. Ya lo confirmó la OCU el año pasado: quienes esperaron hasta el último momento para comprar besugo, por ejemplo, pagaron un 60% más que si lo hubieran comprado a primeros de diciembre. En el caso de las angulas, los precios se dispararon un 45%, mientras que la pularda lo hizo "sólo" un 17,7%.

Aun así, la falta organización y el estrés por intentar planear todo a última hora hace que los bolsillos se resientan y que sólo los más previsores elijan estos días para hacer la compra de Navidad.

Si este año has decidido ponerte las pilas para ahorrar en tiempo y dinero, aquí te traemos una lista de los alimentos más típicos de estas fechas que podrás congelar sin problemas.

El marisco

Los camarones, los centollos, las nécoras o incluso el bogavante son las estrellas de muchas casas, tal y como se puede ver estos días en los supermercados. Pero congelar el marisco tiene sus trucos: hay que cocerlo bien, dejarlo enfriar y guardarlo en el congelador en un film transparente o al vacío para que se conserve bien hasta Nochebuena.

Pero si en tu casa sois más de almejas o percebes, deberás resignarte y aceptar el precio del día que los vayas a consumir, ya que este tipo de marisco sufre con el proceso de congelación.

El pescado

Al igual que el marisco, el pescado también se puede congelar y evitar así tener que comprarlo en Navidad cuando su precio está por las nubes. De hecho es muy recomendable hacerlo ya que de este modo se acaba con el anisakis, un parásito que suelen contener estos alimentos y que sobrevive a las altas temperaturas. Procura comprar el pescado lo más fresco posible y prepárarlo antes de meterlo al congelador cortándolo y limpiándolo bien.

La carne

Cualquier tipo de carne puede congelarse y aguantar las bajas temperaturas más tiempo que cualquier otro producto. Lo que sí que no es aconsejable congelar son los fiambres y embutidos.

Para guardarlos bien los filetes, colócalos en bandejas para mantenerlos lisos y siempre listos. Si por el contrario compras piezas de carne grandes que no entran en el congelador, tendrás que partirlas en trozos de una ración. La presentación no será la misma pero te ahorrarás el dinero que supone comprar la carne días antes de estas fiestas.

Sopas y caldos

Las sopas suelen ser una opción muy habitual en las casas para ayudarnos a entrar en calor durante las fiestas. Aunque para prepararlas se pueden utilizar ingredientes de todo tipo y no especialmente caros, sí que es cierto que dejándolas hechas días antes te ahorrarás el engorro que supone tener que picar y cocinar todo.

Pero si la sopa tiene fideos o cualquier otro tipo de pasta, ten presente que al recalentarlos se pasarán un poco y perderán su textura. Por esta razón puedes probar a dejar congelados los caldos para agregarles después los fideos, el arroz o lo que elijas. Puedes congelar la sopa en botes de cristal o tuppers, siempre y cuando no los llenes hasta el borde.

Fruta y verdura

En esta época de excesos navideños no está de más tener a mano un poco de fruta y verdura a la que recurrir de vez en cuando. Aunque su precio no suele subir en Navidad, congelar frutas y verduras es una opción sencilla para, por ejemplo, hacer más sitio en la nevera a otros alimentos.

Las frutas que vayas a congelar deben estas frescas y en buen estado. Las más recomendables son los frutos rojos, pero también los melocotones, el melón o el limón, ya que no se oxidan. En el caso de la piña: también se puede congelar pero su textura se degradará, por lo que es más recomendable conservarla en un lugar fresco.

Si hablamos de verduras, las únicas que no son aconsejables congelar son la lechuga, los pepinos, el apio y en general las que contienen mucha agua, ya que al descongelarse cambian su textura.