Parece que este plato básico de la cocina italiana es originario de Nápoles y que nació en el siglo XVIII. La margarita es el modelo más simple de pizza, pero no por ello el menos interesante. La base de pan con la salsa de tomate, la mozzarella y el toque de albahaca es una fórmula que no falla y quizás por ello tenga tanta aceptación. Es evidente que el queso, concretamente la mozzarella, es la gran protagonista y está presente en dosis muy notables. Por ello este plato puede ser una considerable fuente de calcio, proteínas y vitamina A.

Al mismo tiempo y por la misma razón puede ser también una pizza francamente energética. La mozzarella es menos ligera de lo que a menudo se cree y aporta una energía entre 250 y 280 kcal/100 g. La verdadera mozzarella es de búfala, con unas características similares a la mozzarella de vaca pero con un sabor más sutil. Dentro del universo de las pizzas, la margarita es un clásico indiscutible de sabor suave, pero en general de aporte energético y nutricional potente. Ahora bien, si sus dimensiones son moderadas y se combina con una ensalada o plato de vegetales, puede constituir un menú apto para una dieta equilibrada.

Así se elabora una masa de pizza

Se ponen unos 125 gramos de harina en una fuente, haciendo un hueco en el centro, donde se echa la levadura. A continuación, se añade un poco de agua o de leche —templada— para obtener una masa elástica. Esta masa se espolvorea con un poco de harina, se tapa con un paño y se deja fermentar en un lugar templado, durante unos 15 o 20 minutos. La primera fermentación finaliza cuando la masa presente grietas. Entonces, con una cuchara grande de madera se vuelve a amasar con otros 125 gramos de harina, el resto de agua o leche y la sal. Se sigue trabajando hasta que se desprenda de las paredes de la fuente, y entonces se vuelve a espolvorear con harina, cubriéndola de nuevo con un paño. La masa se deja fermentar hasta que haya doblado su volumen.

Ingredientes para 2 o 3 personas

300 g de harina, 1 vaso de agua o leche, 30 g de levadura en polvo, 1/2 cucharadita de sal.

Los mejores trucos

- La pizza será más ligera si se sustituye la mozarella por queso de Burgos.

- Si se quiere añadir sabor, vitaminas y darle un toque más sofisticado, se puede cambiar la salsa de tomate por puré de pimientos rojos asados.

- Para aumentar su contenido en calcio se debe emplear parmeggiano.

- La composición de la masa de pizza es muy similar a la masa del pan y a la pasta. Por tanto, a pesar de que se la considera un paradigma de la comida calórica e incluso poco saludable, lo cierto es que puede incluirse perfectamente en una dieta equilibrada.