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CAROLINA BANG | Productora y actriz

"La crisis nos puso las pilas, el cine vive su mejor momento"

"Necesitamos a los políticos y ellos a nosotros, por eso deberíamos trabajar más juntos que nunca"

Carolina Bang, ayer, en la sala de maquillaje de la productora Zebrastur en Tudela Agüeria. JULIÁN RUS

Carolina Bang (Santa Cruz de Tenerife, 1985) impresiona. Y no sólo por su 1,78 de altura o porque sea imposible apartar la mirada de sus intensos ojos verdes. Sorprende el aplomo con el que responde cada pregunta y su habilidad para rehuir los temas complicados. Y todo con una sonrisa inmóvil y con un cigarrillo en la mano, que enciende después de pedir permiso y del que guarda la colilla al apagarlo, al no tener una papelera a mano. Se casó hace un año con el director Álex de la Iglesia, pero es su musa desde mucho antes del enlace. También es productora y un reclamo para muchas películas, entre ellas "El futuro ya no es lo que era", la cinta dirigida por Pedro Barbero cuya trama se desarrolla en Oviedo.

-Se mete en la piel de Luisa, la exmujer del protagonista, una estrella de la televisión.

-Cuando ella era joven, hacía un programa tipo Eva Nasarre, y un día conoce a Carlos (Dani Rovira) y se enamoran. Y se sigue la evolución de mi personaje desde que todo es maravilloso hasta que ella se va desgastando y se convierte en una mujer agotada, madre de dos niños y divorciada. Desde que se casa y se convierte en madre, pasa su momento de fama y empieza la fama de él.

-La realidad de muchas mujeres.

-Por desgracia sí, la situación profesional de la mujer cambia radicalmente cuando es madre. Eso desgasta mucho.

-¿Qué le animó a decir sí a esta película?

-Pedro, el director, porque es maravilloso. Lleva toda la vida rodando y tiene muy claro lo que hace y lo que quiere. Y el guión es precioso, es como la vida misma. El drama de lo cotidiano. Es muy complicado conseguir eso en un guión, y encima con humor.

-Siempre defiende la necesidad del humor.

-Es vital, no se puede vivir sin él; la vida sería terrible. Yo creo que acabaríamos suicidándonos todos si no tuviéramos algo de humor o viéramos la vida con humor. Sería desesperante.

-¿Está en un buen momento el cine español?

-En su estructura se pueden mejorar cosas, y bienvenido sea más dinero, más fondos y más de todo. Pero el cine está en su mejor momento tanto en taquilla, que la gente está demostrando que quiere ver cine español; como a nivel creativo. La crisis nos ha puesto las pilas y están naciendo productos muy competitivos.

-¿Seguimos teniendo mucho que envidiar a América?

-Tenemos que envidiar los presupuestos, yo los envidio todos los días. Que una película pequeña, de cine independiente, tenga 20 millones, es una maravilla. El talento no, porque en España existe el mismo.

-Se estrenó como productora con "Musarañas" y ya está a punto de salir la segunda película. ¿Cómo se siente en esta nueva faceta?

-La estoy disfrutando muchísimo porque así tienes ya la visión del conjunto de una película. Por eso, si puedo, pienso seguir produciendo. Estrenamos "Los héroes del mal", la segunda peli que producimos, el 11 de septiembre, y tenemos un par de proyectos para rodar este año. En octubre empezamos a rodar la siguiente película de Edu Casanova. Así que, poquito a poco, pero ahí seguimos.

-¿Le llena tanto como la interpretación?

-Sí, la verdad que he descubierto un cachito de pastel que me faltaba por comer.

-¿Qué fue lo que le animó a lanzarse?

-Lo tenía en mente desde hace tiempo porque estudié producción. Pero era una faceta que estaba en un cajón esperando un buen guión. "Musarañas" fue el primero que leí y dije: hay que hacerlo. Y nos tiramos a la piscina.

-Va de estreno en estreno, porque el 23 de octubre llega a los cines "Mi gran noche", lo nuevo de Álex de la Iglesia. ¿Qué puede adelantar?

-Es una película frenética, de no parar de reír. Cada secuencia son risas y más risas, no te deja respirar; como todas las de Álex, pero ésta incluso más. Es súper coral, que como espectadora me encanta, porque somos más de 20 actores principales, además de toda la figuración. Creo que al público le va a encantar.

-¿Es la confirmación de Álex como uno de los grandes?

-Sí, pero yo creo que lo es desde hace tiempo.

-¿Qué tal eso de llevarse la pareja al trabajo?

-Es divertidísimo. Un rodaje es como una pequeña familia, por eso Álex de la Iglesia y cualquier director se rodean de la gente que funciona bien y que ya conocen.

-Pero conocerse tanto, ¿no trae problemas?

-Al contrario, es un plus. Más que como matrimonio nos conocemos por trabajar tanto juntos. Con una mirada sabes qué te está diciendo y por dónde quiere que vayas. Es trabajo ahorrado.

-¿Se siente una actriz encasillada?

-No, he hecho cosas muy diferentes. Pero oye, siempre que un encasillamiento te dé trabajo, bienvenido sea. Yo considero que estoy empezando, aunque llevo unos años en esta profesión, y que me queda mucho que hacer. Si dentro de 20 años sigo haciendo lo mismo, ya me preocuparé.

-¿El físico no encasilla?

-Los actores tenemos un físico, pero hay que jugar con él.

-Usted ha sido muchas veces la chica guapa de la película. ¿Le preocupa dejar de serlo?

-No. La cuestión es que me vean directores en otros papeles y que apuesten por mí. Pero eso nos pasa a todos los actores. En España cuesta mucho ver a un actor en otro registro diferente al que ya había mostrado anteriormente. Te suelen dar los mismos papeles.

-¿Televisión, cine o teatro?

-El cine me aloca, es un medio mágico. En la tele me lo he pasado genial y seguiré haciéndola; además cada vez es mejor. En noviembre estreno con Secun de la Rosa un microteatro en Madrid. Pero es una asignatura pendiente, me gustaría hacer más teatro.

-¿Cuesta en España creer en nombres nuevos?

-Cada vez menos. Nos estamos poniendo las pilas.

-¿Hay falta de apoyo al cine?

-La industria del cine es Marca España y un producto de exportación alucinante. Todos sabemos cómo son las calles de Nueva York sin haber estado. Y pasa lo mismo con Los Ángeles y con Estados Unidos en general. Saben muy bien lo que exportan, y en España deberíamos hacer lo mismo.

-¿Y por qué no se hace?

-Eso deberían decirlo los políticos. Actores y gobernantes deberíamos trabajar más juntos que nunca. Yo soy consciente de que el cine los necesita y ellos al cine, porque es algo esencial para la sociedad.

-¿No hay entonces un rechazo a los políticos en el sector?

-Yo creo que no, pero cada uno puede pensar y decir lo que quiera. Yo no voy a enseñar a un político cómo tiene que hacer su trabajo.

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