La Semana Santa es una época en la que muchos turistas se dejan caer por los numerosos pueblos medievales de España. Enclaves con una historia de siglos y repleto de riqueza artística. Proponemos a continuación un recorrido por algunos de ellos, aunque, por supuesto, muchos otros se quedan en el tintero:

Covarrubias (Burgos)

Situado en la provincia de Burgos, a 40 kilómetros al sur de la capital, este pequeño municipio acumula una gran historia. Su Colegiata, del siglo XV, reúne pinturas de Berruguete y Van Eyck. Destacan, además, su Muralla y su Torre de Covarrubias, de origen mozárabe. Covarrubias, junto con Lerma y Santo Domingo de Silos, forma el Triángulo del Arlanza.

Medinaceli (Soria)

Capital de la comarca de Tierra de Medinaceli, esta joya del medievo situada al sur de Soria fue frontera física entre cristianos y musulmanes, lo que ha conferido al municipio una gran riqueza arquitectónica. Ejemplo de ello son su castillo, primero alcazaba árabe y luego residencial de los condes. Destaca también su arco romano y su palacio ducal.

Besalú (Gerona)

Cataluña es una de las comunidades españolas con mayor proporción de enclaves medievales. Besalú, en la provincia de Gerona, destaca por su castillo del siglo X, así como su barrio judío, el monasterio de San Pedro de Besalú y su antiguo hospital de peregrinos. Destacan a su alrededor otros pequeños pueblos del Alto Ampurdán.

Ainsa (Huesca)

El alto Pirineo oscense, en la comarca del Sobrarbe, esconde pueblos de gran belleza. Uno de ellos es Aínsa, estructurado a partir de su excelsa Plaza Mayor, con amplísimos y retocados soportales. Su conjunto histórico-artístico incluye también un castillo-fortaleza del siglo XI, así como su iglesia parroquial, también del mismo período.

Morella (Castellón)

El norte de la provincia de Castellón ofrece al turista enclaves de obligada visita, como Morella. Su imponente castillo, en la cima de la roca, incluye una plaza de armas así como restos de palacios reales. Además, sus murallas se extienden a lo largo de más dos kilómetros, generando un espacio de gran riqueza.

Úbeda (Jaén)

El Renacimiento español tiene en Úbeda uno de sus ejemplos más notorios. La arquitectura de Úbeda se define a partir de su ciudad renacentista, repleta de palacios y casas de hidalgos. Pero también destaca la herencia mudéjar, en un espacio de frontera con el reino Nazarí, además de su ciudad-acrópolis de la época de los íberos.

Valldemossa (Mallorca)

Pero la herencia medieval de España no solo se ciñe a la península. El archipiélago balear nos traslada a Valldemossa, una localidad en la isla de Mallorca donde sus estrechos callejones cobijan la casa de la religiosa Santa Catalina Tomas y su iglesia del siglo XXI. El músico Frederic Chopin y el escritor Jorge Luis Borges pasaron largas temporadas en Valldemossa.