Es, en primer lugar, un acto de valentía de la directora palestina Maysaloun Hamoud, que en el que es su debut en el largometraje se atreve a reivindicar un alegato contra el fundamentalismo en toda regla que no ha suscitado, precisamente, satisfacción en su propio país. Pese al riesgo que corría, la cineasta, que nació en Belgrado pero creció en Dier Hanna, una población del norte de Israel, no ha despreciado la oportunidad subirse a un tren con el que trata de escapar de lastres como la opresión, el patriarcado, el chauvinismo, la marginalización y la homofobia, que siguen plenamente vigentes. Lo hace, porque el guión es también suyo, desde la óptica de una mujer que sigue sufriendo una terrible discriminación y que es a menudo víctima también de malos tratos. Su impacto ha sido considerable, con premios en los festivales de Toronto y San Sebastian, y se ha valido de las estrechas vías a la libertad que han conseguido, al grito de "basta", la movilización de las llamadas 'primaveras árabes' en territorios de África y de Oriente Medio.

Con un planteamiento muy didáctico, que aborda con la diversidad de los personajes los distintos problemas de la mujer en un entorno tan delicado y en tensión permanente como es Israel, el público entra con inusitada facilidad y con unas imágenes muy efectivas en el teatro de la operaciones. Las protagonistas son Salma, Laia y Nur, tres jóvenes palestinas residentes en la capital de Israel, Tel Aviv, que comparten piso y cuya máxima aspiración es alcanzar la libertad de decisión que siempre han soñado sin verse mediatizadas por su familia o su pareja.

La que más difícil lo tiene, porque su entorno es más impermeable a los cambios, es la musulmana, que está comprometida y que sigue vistiendo las prendas clásicas que le obliga su religión. Las otras, que se ven ya libres de la tutela paterna, se sienten orgullosas de haber alcanzado metas impensables, aunque se trate de fumar cocaína o abusar del alcohol. Las apariencias, sin embargo, no ocultan una realidad distinta que se hará palpable con los diversos conflictos sexuales que van a vivir.