Un estreno el de la vuelta de Julia Otero a la tele publica muy movido, como cuando se tiran jarros de agua los vecinos de una acera a los de la otra. Ella dijo que no volvería a la pública si no había unanimidad entre los consejeros de los diferentes partidos. Hubo tal unanimidad, pero fue contestada por los polemistas del PP fuera del Consejo para no dejar pasar ni una, aduciendo que Julia nos da caña todos los días desde la radio.

Hay que recordar que este partido €que en esto se parece mucho a los demás€ lleva muy mal la mas mínima divergencia, si es que en la radio la ejerce, que no lo sé porque no tengo por costumbre escuchar la emisora donde trabaja, la misma donde lo hace un señor que, a pesar de haberlo intentado, no he superado la prueba. Carlos Herrera me supera. Y a estas alturas no está uno para encenderse con pamplinas. Anoche estreno Julia Otero Entrevista a la carta en La 1, un nuevo giro al género de la entrevista, decía la promoción donde la propia Otero, risueña, resuelta, con su particular estilo de niña marisabidilla pero sin resultar cargante, explicaba la mecánica, o sea, que el propio entrevistado selecciona de una carta de preguntadores, el que mejor le viene.

La elección del primer invitado es toda una exposición de intenciones. Que un torero, Cayetano Rivera Ordóñez, por muy guapo, modelo ocasional, esquivo en esto de las entrevistas, fuera el elegido, es muy revelador. Si ese va a ser el nivel, en el PP pueden estar tranquilos. En el PSOE también. Lo sangrante de la cosa es que la audiencia esta en medio. Y supongo que a la audiencia le importara un truño lo que les importe a los partidos. A ver si con este nivel, lo de Julia es el gran tapado para la tele inane y chorra.