El viernes, de forma simultánea, 190 países, repito, 190 países, pudieron ver en pantallas de todo tipo 'Las chicas del cable', una producción española, 'Bambú Producciones', de la mano de Netflix, la gran plataforma estadounidense de entretenimiento que sirve a sus abonados todo tipo de ofertas.

'Bambú Producciones' está detrás en España de productos no sólo reconocidos por la crítica en general sino por la audiencia. Entre ellos, 'Velvet', 'Gran Hotel' o 'Gran reserva', ficciones emitidas por Antena 3.

El sello de Bambú, viendo la trayectoria y resultado de su trabajo se ha convertido en sinónimo de calidad, esmero, talento, producción cuidadísima, guiones escritos con sensibilidad y giros inesperados, y por supuesto con directores eficaces y un último detalle, quizá el más relevante por ser de una importancia capital, el de los actores y actrices de Bambú, de primer nivel.

Con 'Las chicas del cable' el salto cualitativo ha sido gigante. Es la primera producción original del gigante Netflix en España. Cuenta la historia de cuatro mujeres, Nadia de Santiago, Maggie Civantos, grande en 'Vis a vis', Blanca Suárez, y Ana Fernández, que llegan al Madrid de 1929 para trabajar en una empresa de telecomunicaciones.

La maestra Concha Velasco, habitual de Bambú, también está en la serie. La vida de estas chicas que llegan a la capital, y sus anhelos de libertad, cada una arrastrando el fardo de sus recuerdos, familias, o parejas, hilvanan la trama.

Si hay algo claro es que escaparate como el de 'Las chicas del cable', que salta a países de todo el mundo, es Marca España en positivo. La industria audiovisual, nuestros artistas, que no son enemigos de España sino de los gobiernos indecentes y de los partidos podridos, lo hacen posible.