El presentador Jesús Vázquez, el futbolista David Albelda o los cantantes Andy y Lucas son algunos de los rostros populares que ayudarán al terapeuta Pedro García Aguado a reconducir a jóvenes con trastornos de conducta en la sexta temporada de "Hermano Mayor".

La nueva temporada del programa de Cuatro contará con el apoyo de estos famosos, y algunos otros, para lograr que, tras un largo y complejo proceso terapéutico con los jóvenes que participan en "Hermano mayor", los chicos vean en ellos "una mano amiga" y perciban que también ellos pudieron tener problemas en su juventud y no por ello se comportaron así con los que tenían alrededor.

Casos de manipulación, distintas adicciones, machismo o situaciones violentas se podrán ver todos los viernes por la noche desde mañana, en un programa protagonizado por jóvenes entre 18 y 24 años inmersos en diversos conflictos.

El estreno mañana se hará con el caso de Tamara, una joven de 24 años celosa, obsesiva con su familia y sus relaciones, adicta a los vídeojuegos, que vive "en guerra" con su madre, y que consume grandes cantidades de alcohol.

Con este programa, según ha explicado hoy su conductor, Pedro García Aguado, tratan de trasladar a los chavales el mensaje de que el consumo de grandes cantidades de alcohol el fin de semana puede llevarles al alcoholismo y les intentan concienciar de que "hay otras formas de divertirse".

Pero, este "Gran Hermano" se caracterizará, sobre todo, por abordar conflictos que surgen dentro de la propia familia, en los que las actitudes de algún miembro de la familia actúan como epicentro mismo del problema, destruyendo la convivencia y provocando sentimientos de abandono y aislamiento en los jóvenes que acaban desembocando en situaciones de agresividad y violencia.

"Ha sido difícil" adentrarse en esta nueva visión del problema, según García Aguado, quien reconoce que "no es fácil" hacer ver a unos padres que no están actuando bien pese a que quieran lo mejor para su hijo y que precisamente el exceso de protección puede llevarles a la tiranía, y afirma que "cambiar el mapa mental de un adulto" es mucho más complicado que el de un joven.

Ese será el caso de Kevin (19 años), obsesionado con la comida, el móvil y la tablet, agresivo, vago y enfrentado permanentemente a su padrastro, un hombre estricto que no comprende la forma de vida del joven.

Según el terapeuta, las familias, en general, se han implicado mucho, han reaccionado bien a la intromisión de su terapia en sus vidas y han sido "valientes", al aceptar que no lo estaban haciendo bien con sus hijos.

Ayudado por la psicóloga Sonia Cervantes y de su propia experiencia, el "Hermano mayor" del programa asegura que esta temporada ofrecerá capítulos llenos de "emociones, sensaciones y pura realidad", y ha recordado que uno de cada cuatro hogares cuenta con adolescentes con trastornos de conducta.

"El programa es un buen reflejo de lo que está pasando en los hogares españoles", según García Aguado, quien considera que actualmente coinciden muchos "factores sociales" que hacen que se den más casos de jóvenes con este tipo de conductas.

Entre esos factores ha citado la frustración de los jóvenes por no acabar sus estudios; el elevado índice de paro juvenil; la falta de tiempo de los padres para dedicarlo a sus hijos o el elevado número de separaciones en las parejas.

"Son una generación de chavales con una autoestima muy baja y mucha tendencia a asociar felicidad a dinero fácil y popularidad", según el terapeuta, quien considera que la constatación de que lograr ese tipo de vida no es fácil les lleva a "la frustración y les hace rebelarse ante la sociedad con mucha agresividad".

Para García Aguado, los jóvenes "van de víctimas y no se dan cuenta de que se acaban convirtiendo en verdugos", aunque precisa que pocas veces se ha encontrado con chavales "con maldad intrínseca", por lo que cuando se consigue llegar al origen del problema "afloran los sentimientos y se puede empezar a trabajar con ellos".

El "coach" televisivo ha señalado que el juicio que le puso La Sexta por su fugaz fichaje frustrado con esta cadena ha quedado visto para sentencia, ha asegurado que se le acusa de cosas "falsas", ha negado que actuase "de mala fe" y que faltase a reuniones o no cumpliese con su trabajo y ha asegurado que para él ese contrato "no tenía validez" y contaba con "cláusulas abusivas".