Está en boca de todos. Anna Allen ocupa toda la atención. Hace unos días nos sorprendió la noticia de sus mentiras acerca de su participación en series internacionales y su presencia en los Oscar. Aquí os contamos la verdadera identidad de esta joven de Girona.

Anna Allen es una actriz catalana que ha participado en algunas series españolas, la más importante Cuéntame cómo pasó donde hacía de novia de Toni Alcántara (Pablo Rivero). Allí estuvo desde 2001 hasta 2008 y salió en un total de 43 capítulos.

Su trayectoria en series continuó en Un burka por amor, adaptación de la novela de Reyes Monforte .Tras esta aparición continúo su senda televisiva y en 2011 se incorporó al elenco de Homicidios con Eduardo Noruega. En la serie interpretaba Patricia Vega, una periodista. Ese mismo año participó en el telefilm El ángel de Budapest.

En teatro también se la ha visto, obras como Vías paralelas o Exit que dirigió y escribió ella misma. Sin embargo, la actriz no se conformó con papeles secundarios en series nacionales: quería dar el paso definitivo y colocarse junto a los grandes.

Todos sabemos que el camino al estrellato es complicado y a la actriz le costó más de lo que esperaba, pero lejos de asumir su derrota decidió montarse su propio mundo, con Photoshop como aliado y presumió de una vida tan fascinante como inventada.

La pudimos ver en programas de televisión y a través de sus redes sociales presumía de sus supuestos proyectos. Ahora se ha descubierto que todo es un montaje y ni sus representantes ni ella se han aclarado nada sobre lo ocurrido. No participó en la serie Big Bang Theory, ni estuvo en las dos ediciones pasadas de los Oscar y un largo etcétera.

Tenemos numerosos ejemplos de este comportamiento mitómano. El más reciente el famoso "pequeño Nicolás". Pero la lista es larga y variada: Enric Marco relató su emotiva (y falsa) presencia en un campo de concentración nazi. O Franzisca Schwanzkowska, obrera polaca que aseguró ser Anastasia Romanov la hija pequeña del último zar de Rusia. Su mentira le duró hasta 23 años después de morir.

Casos así han inspirado novelas y películas. La vida de nadie, film de Eduard Cortés, basado en una historia real, la de Jean - Claude Romand, que engaño durante toda su vida a su familia y acabó asesinándola.