Kiko Matamoros se ha convertido en el protagonista indiscutible de Sálvame. Sus líos familiares, sobre todo con su hijo Diego Matamoros, están siendo la comidilla de todos sus compañeros.

Este jueves en el programa de Telecinco, Kiko se quedaba atónito cuando su hija Laura Matamoros entraba en directo para asegurar una información que venía manejando Belén Esteban. Al parecer, la hija de Kiko se había marchado de la casa de su padre porque este la habría echado al no defender a Makoke, la actual pareja de Kiko y la que parece que será su futura mujer.

La situación se ha vuelto mucho más cruda tras el polígrafo sin censura al que se sometía Diego Matamoros el pasado viernes, que dejó en muy buen lugar a su padre y sobre todo, demostró la inquina que tiene Diego hacia Makoke. Una situación que ha hecho que Kiko Matamoros esté de lo más apagado, sin esa vigorosidad que ha demostrado antaño.

Sus inicios en Crónicas Marcianas junto a su hermano Coto Matamoros fueron muy comentados. Durante esta etapa vimos a un Kiko enérgico, sin miedo, para nada comedido. Tras su salida del espacio comandado por Xavier Sardá, comenzó el enfrentamiento entre los dos hermanos.

Un auténtico choque de trenes donde se vivieron acalorados enfrentamientos en diversos programas como el extinto DEC. Impávido, Kiko Matamoros supo defenderse de los ataques de Coto casi sin inmutarse, pero parece que cada encontronazo ha ido haciendo mella en el colaborador de Sálvame.

Ya en el programa de Telecinco, su ímpetu ha ido descendiendo, incluso mostrándonos su lado más humano. Kiko ha ido desinflándose hasta verse superado por su situación actual y por todo lo que está viviendo en el programa junto a sus compañeros, esos que no dejan títere con cabeza cada vez que tratan temas personales de cada integrante del programa.