Rusia, Ucrania y Australia parten como favoritas para ganar la LXI edición de Eurovisión, que se celebra hoy en el Globen de Estocolmo y en la que España busca remontar los pronósticos, que la sitúan lejos de los puestos de honor.

La favorita indiscutible, según las apuestas, es Rusia, gracias a los espectaculares efectos que adornan el 'You Are the Only One', de Sergey Lazarev, aunque esa posición podría verse amenazada por la animadversión de la comunidad gay -cuyo voto pesa bastante-, a causa de las leyes que prohíben la propaganda homosexual en ese país.

Le siguen de cerca la australiana Dami Im, que con su balada 'Sound of Silence' ha sido una de las que más impacto ha causado en semifinales, y la tártara ucraniana Jamala, con '1944', que tiene como trasfondo las deportaciones de tártaros de Crimea -península ucraniana anexionada por Rusia en 2014- durante el estalinismo.

Además del francés Amir, que ha ido perdiendo fuelle en la última semana, aparecen como aspirantes la anfitriona Suecia, Armenia, Malta, Bélgica, Holanda y Austria, de las pocas que ha roto el predominio del inglés optando por el francés.

A esa línea mayoritaria en los últimos años se ha unido también en esta ocasión España, que por primera vez presenta un tema entero en inglés, una elección que el director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, tildó en su momento de "papanatismo".

La española Barei, con el 'funky' pegadizo de 'Say Yay!', ha caído en la última semana hasta el puesto decimoséptimo, según el portal Oddschecker, que recopila información de una veintena de casas de apuestas, quizás por las críticas a la puesta en escena mostrada en los ensayos.

Entre las ausencias en la final destaca la de Irlanda, que con siete triunfos lidera la clasificación histórica pero que no pasó el corte de semifinales; ahora ve amenazada esa posición por Suecia, con seis victorias y único representante de los países nórdicos en la gala de hoy, que comienza a las 19.00 GMT.

Será la tercera vez que Estocolmo acoja una final del popular festival, que este año ha estrenado varias novedades, como la inclusión en la ronda previa, aunque sin competir, de los miembros del 'Big Five' (España, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia), para tener la misma visibilidad que el resto de países.

En Estocolmo se aplicará un nuevo sistema de votación para mantener el suspense sobre el ganador: el resultado del 'televoto' -que con el del jurado constituye a partes igual la calificación final- no se irá desvelando hasta el final y de menos a más.

La gala tendrá otros alicientes, como la actuación del cantante estadounidense Justin Timberlake, el año en que será retransmitida por primera vez en directo en EEUU, con lo que se cuenta con superar los cerca de 200 millones de audiencia logrados en 2015 en Viena, donde venció el sueco Måns Zelmerlöw con 'Heroes'.