Miguel ha sido uno de los concursantes de la decimoséptima edición de ‘Gran hermano’ que una mayor evolución ha tenido en la casa. No solo físicamente, como claramente se puede ver a simple vista tras la rapada de peló que se pegó.

También se ha transformado, ha crecido, interiormente. Por citar lo más llamativo, ha confesado su homosexualidad en el programa, algo de lo que su familia no tenía idea. Pero no es lo único que ha cambiado. Él mismo es consciente de su transformación. Y si el pontevedrés ya tenía cosas guardadas dentro, al parecer la gota que ha colmado el vaso fue una discusión con Adara. Tras el conflicto, Miguel fue a desahogarse a solas.

En la tarde del martes se sinceraba con el Súper: “Yo entré aquí como un huevo y gracias a que me dejasteis entrar en una jaula, ese huevo se fue haciendo, salió el pollito y las alas”.

Miguel sentenciaba con contundecia que "Ahora estoy con las alas encogidas dentro de una jaula y quiero mi libertad". Y añadía, para finiquitar: "Tiro la toalla, estoy hasta los…”. Que cada cual ponga el sustantivo que le apetezca. Hasta ahí podemos leer.

¿Qué hará Miguel? ¿Dejará realmente el programa? ¿Se lo pensará mejor? Continuará…