La séptima temporada de Juego de Tronos avanza y lo hace ofreciendo a los millones de fans del despiadado drama medieval algunos de los reencuentros y reuniones más esperados en toda la serie. Uno de los más emotivos tuvo lugar en el segundo capítulo de esta nueva y esperada temporada, aunque no salió del todo como era esperado.

En el episodio 7x02 de 'Juego de Tronos' y como se venía rumoreando hace semanas, Arya finalmente se reencuentra con su loba huargo Nymeria, a la que llevaba sin ver desde la primera temporada de la serie.

Nymeria y Arya eligen caminos separados

Arya se encontraba de camino a Invernalia cuando, de repente, es rodeada por una manada de lobos en pleno bosque, liderados por una 'crecidita' Nymeria. La última vez que ambas se vieron, la joven Stark le ordenó huir para escapar de la venganza de Joffrey. Pero cuando Arya le pidió volver a casa con ella, Nymeria decidió rechazar su propuesta a lo que la propietaria de Aguja respondió con una breve sonrisa y las palabras: "Esa no eres tú".

Pero esas palabras de la letal Stark no hay que tomarlas en un sentido literal. Es decir, que ese colosal huargo que primero le enseña los dientes y luego le perdona la vida sí es Nymeria, su loba. Con su frase Arya recordó lo que un día le dijo a su padre Ned Stark cuando éste le habló de su futuro como esposa de un gran señor dentro de un castillo y viviendo la vida de la corte.

"Esa no soy yo", espetó la niña a su padre cuando Ned le auguró a su pequeña un porvenir como esposa y madre de caballeros y princesas. Y eso mismo es lo que, con su mirada, le vino a decir Nymeria a la que antaño fue su dueña. Y con esa frase, Arya asumió que la voraz criatura no pertenece a los muros de un castillo para ser domesticada, después de haber sido libre y salvaje.

En definitiva, un reencuentro con sabor agridulce que Arya define así en EW: "Nymeria ha creado su propio mundo y su manada, no está preparada para ser la mascota de Arya. Para serlo, debería olvidar todo lo aprendido. Así que ambas deciden elegir caminos separados. Me parece muy bonito que no vivan felices y coman perdices".