Tres años después del final de Hospital Central, Patricia Vico vuelve a la televisión como enfermera pero con un personaje totalmente diferente. La actriz es una de las protagonistas de Rabia, el nuevo thriller de Cuatro en el que un grupo de fugitivos contaminados por la enfermedad tienen que tratar de sobrevivir sin ser encontrados.

Patricia Vico se mete bajo la piel de Marta, una mujer con mucho carácter, algo que no le ha costado mucho sacar, ya que según dice su chico a ella carácter no le falta. Además de su vuelta a la televisión tiene pendiente de estreno Cien años de perdón, película en la que trabaja junto a su pareja, el director de cine Daniel Calparsoro. La pareja mantiene una relación estable desde hace años y padres de Hugo, de nueve años.

PREGUNTA: ¿Cuáles son tus vibraciones sobre la serie?

PATRICIA VICO: No la he visto terminada, pero estoy muy contenta. Creo que es una serie diferente y que puede funcionar con todo tipo de público. Hay muchos giros y las relaciones personales tienen mucha presencia en la serie. Es muy coral y lo que nos pasa a cada uno de los personajes muy importante. En cualquier momento podemos convertirnos, no conocemos bien la enfermedad y la vamos conociendo a la vez que el espectador.

P: ¿Qué tal el cambio de registro a un personaje de tanta acción?

PV: Ha sido muy divertido y duro. Me sedujo mucho del personaje que fuese una tía que toma decisiones y que asume riesgos. Marta es la que protege, no la protegida. Me ha costado correr por el monte, había nieve y las temperaturas muy bajas. Dar y recibir golpes también, hemos tenido especialistas pero la mayoría de cosas las hacemos nosotros. El primer día cuando me detienen me hice daño en una costilla y el dolor me duró dos meses.

P: También será divertido, ¿no?

PV: Sí, es muy divertido y la experiencia me ha gustado mucho. Me lo he pasado muy bien y con el reparto nos hemos llevado muy bien.

P: ¿Ya estabas en forma antes de entrar en la serie?

PV: No soy muy deportista pero entrené antes de rodar, hice boxeo. Tenía que entrenar porque sino no lo sacaba. Los chicos iban corriendo por la montaña y a mí me costaba seguirles el ritmo (ríe).

P: Si la temporada funciona bien, ¿repetirías experiencia?

PV: Sí, sí repetiría. Rabia me ha enganchado y ha supuesto un cambio de registro. Llevaba mucho tiempo con época. Me atrajo la historia y soy fan de este tipo de género.

P: ¿Es un proyecto arriesgado?

PV: Es una serie un poco más extrema de lo que estamos acostumbrados a ver. Sobre todo por la historia en sí. Creo que este género no se ha tocado en este país todavía.

P: ¿Te ha tocado volver a hacer de enfermera?

PV: Sí (ríe), ahora soy un poco una enfermera asesina. Estar en Hospital Central me ha servido, cosas como coger rápido una jeringuilla lo tenía dominado.

P: También vuelves a coincidir con Carles Francino, ¿qué tal?

PV: Va a haber tomate (ríe). Carles y yo somos muy amigos, es muy fácil trabajar con él y tenemos mucha complicidad. Nos reímos mucho y eso es fundamental. Cuando nos enteramos que íbamos a estar los dos en la serie nos hizo mucha gracia. Mi personaje va a tener en él un apoyo.

P: Te vuelve a tocar una mujer de carácter, ¿tú eres así?

PV: Mi chico dice que soy una mujer de carácter (ríe). Me gustan las mujeres con carácter y Marta es una tía de estómago, es emocional, hace las cosas sin pensar. Saca el valor de su propio miedo.

P: ¿Te ha sido fácil compaginar el rodaje con la maternidad?

PV: Este año he tenido que hacer encaje de bolillos porque he rodado una película y me fui a Buenos Aires entre medias, "Cien años de perdón". Ha sido un poco locura, pero ojalá la tenga todos los años de mi vida.

P: ¿Tu hijo lo entiende?

PV: Intento llevarme a mi hijo a casi todo, pero ahora está en el colegio y es difícil. Está muy bien cuidado, lo dejo todo organizado. Los actores a veces tenemos largas temporadas de trabajo y luego muchos meses de parón.

P: ¿Qué proyectos tienes?

PV: Estrenar Rabia, que espero que a la gente le guste. Para mí es una serie super entretenida. Después estrenaré la otra película y tengo pendiente otra cosa de la que aún no puedo hablar.

P: ¿Qué nos puedes contar de 'Cien años de perdón'?

PV: Es un thriller con Daniel Calparsoro, Luis Tosar, Raúl Arévalo y José Coronado. También hay actores argentinos. Ha sido una experiencia maravillosa y estoy encantada, creo que va a ser un peliculón. Hago de la directora de un banco, otra que tampoco tiene carácter (ríe).

P: ¿Qué hay que hacer para que a un actor no le encasillen en la televisión?

PV: No tengo ni idea, la industria es raquítica y en este país hay muy pocos sectores que puedan elegir lo que hacen. Yo no me siento encasillada, para nada. Me siento afortunada porque trabajo, además tengo la suerte de estar en proyectos que me gustan.

P: ¿Cómo vives las esperas sin trabajo?

PV: Mal porque soy muy nerviosa y muy activa. Me pongo a hacer muchas cosas y me apunto a todo, pago matrículas y nunca voy. La espera la llevo mal porque no soy una persona paciente. Cuando más feliz estoy es cuando estoy trabajando, aunque después esté cansada y quiera vacaciones. Esta profesión es tan difícil que cuando trabajas es un lujo.

P: ¿Tenías pendiente un proyecto personal?

PV: Es un documental sobre mujeres y la directora argentina viene a aquí la semana que viene, empezaremos a trabajar. Es un documental que voy a producir junto con la directora sobre mujeres inspiradoras en el mundo, a base de entrevistas. Nos ha costado conseguir financiación pero es factible. Cuesta mucho levantar un proyecto porque hasta una crítica de un bloguero puede ser devastadora.

P: Entonces tampoco mirarás twitter, ¿no?

PV: No tengo twitter, tengo instagram porque me aburría y me lo hizo un compañero en Argentina. Soy un poco desastre como para además estar pendiente de las redes sociales. El estado anímico me importa a mí, no me gusta compartir esas cosas.

P: ¿Tampoco buscas tu nombre en google?

PV: Para nada, además hay unas fotos de finales de los ochenta... (ríe). No lo hago por salud mental. Después leo críticas, me gusta leerlas. Me comentan aunque no quiera.