Negan entró por la puerta grande a The Walking Dead derribándola directamente con su icónico bate en el épico cliffhanger con el que finalizó la sexta temporada de la ficción zombie. El carismático villano vino acompañado a la siguiente temporada de unos altos niveles de violencia y varias víctimas, que traumatizaron literalmente a los fans... aunque pocos saben que una de ellas, pidió e incluso insistió en recibir el ferroso beso de Lucille.

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Así lo ha revelado el actor Ross Marquand, que interpreta a Aaron en The Walking Dead, durante el tour europeo de la serie: "(Steven Yeunn) dijo 'Esa es mi muerte. Quiero que esa sea mi muerte'. Fue extremadamente emotivo para todos porque fue algo con lo que estaba comprometido para hacerlo como en los cómics. Él era un gran fan de esa escena y quería hacerla de esa forma".

Sin duda, Yeunn fue Glenn hasta el final, aceptando su destino y sin intentar revolverse para escapar de el. Las revelaciones de Marquand desvela además que la integridad de Yeunn es la de su propio personaje en The Walking Dead y es que al final se acaba sacrificando literalmente por los Ricketeers y por el bien de la audiencia y la serie.

Objetivo: El Santuario

La séptima temporada continúa con el objetivo de derrotar a Negan. Después de una primera mitad gris, depresiva e irregular, Rick y los suyos vuelven a unirse para buscar apoyos en su rebelión contra el carismático villano.

El letal regreso de Carol a El Reino, los "nuevos mejores amigos" de Rick y el destino de Daryl, que intenta escapar de los Salvadores en el último adelanto, son algunas de las incógnitas que continúan en el aire mientras otros deciden hacer la guerra por su cuenta en una secreta y suicida misión para matar a Negan.