Solís,

Illán GARCÍA

Las fiestas de Solís mantienen el espíritu de la romería tradicional asturiana y más aún en el día grande. Esta celebración en honor a San Justo y Pastor, patronos de la parroquia, se ha convertido con el paso de los años en la fiestas rural con más raíces del concejo. Pese a llevar dos días de fiesta, los vecinos no faltaron a su cita con los actos religiosos en honor a los «Santos Niños», como también se conoce a San Justo y Pastor.

Los corveranos de la parroquia más meridional del concejo se dieron cita a las once y media de la mañana en el entorno de la iglesia. De allí partió el paso que llevó a los romeros hasta los pies de la ermita de los santos Justo y Pastor, donde se celebró la tradicional misa de campaña. Es tradicional además que en esta romería los hombres se vistan con pantalón de mahón y faja roja y las mujeres estén ataviadas con falda negra y delantal. Una vez finalizados los actos religiosos, los fieles besan a San Justo y San Pastor mientras que otros encienden velas a modo de ofrenda.

Acto seguido se celebró la tradicional subasta del pan de escanda y de una cabra nipona. Más tarde, vermú. Los vecinos participaron luego en la undécima edición de la gran corderada de Solís. Tras la pitanza, a mover el esqueleto con el compás que marcaba la fanfarria «El Felechu», que recorrió el recinto festivo, donde una hora más tarde se celebraron juegos infantiles y carreras de cintas a caballo. Tras los juegos, volvió la música. Hoy, fin de fiesta.