El pasado 4 de abril se cumplían cuatro años del fallecimiento en Oviedo, a los 65 años, de Nel Amaro, seudónimo del escritor y "performer" mierense Manuel Amaro Fernández Álvarez. Además de ser uno de los autores más relevantes de la primera generación del Surdimientu (la eclosión literaria en asturiano que siguió a la muerte de Franco, en 1975), este artista desplegó desde finales de los años setenta una carrera menos convencional (del "mail-art" a la poesía visual, pasando por las "performances") que le convirtieron en una de las referencias de la vanguardia asturiana. A mostrar algunas de las facetas de esa obra dedica ahora Laboral Centro de Arte, con motivo de las jornadas de diseño "Motiva 2015", la exposición "Acción poética", que estará en las instalaciones de Cabueñes hasta el próximo mes de noviembre.

"En su trabajo, los sentimientos, los modos de hacer, el humor, las palabras o el pensamiento, como diría Harald Szeemann, constituyen actitudes que al mismo tiempo son formas", asegura el comisario de "Acción poética", Alfredo Aracil, para quien las creaciones de Nel Amaro "desdibujan los límites entre unas y otras categorías", en referencia a la capacidad del autor asturiano para modificar (desde una perspectiva irónica, casi siempre) significados y significantes. Esta muestra documental reúne materiales a partir de 1988, cuando Nel Amaro practica la poesía visual (está incluido en algunas antologías importantes) desde el colectivo Auxilios Mutuos.

Nel Amaro, miembro de una conocida familia comunista mierense perseguida y represaliada por el franquismo, vagó por distintos oficios, quehaceres, ciudades y prisiones hasta que regresó a su Mieres natal (finalmente se instalaría en el valle minero de Turón) a finales de los años setenta. Puso en marcha varios fanzines, grupos de teatro e inició una literatura en asturiano (poesía, novela, teatro, relatos?) en la que una dicción muy personal, así como una temática inspirada casi siempre por la memoria sentimental del antifranquismo y el mundo de los perdedores), le convirtieron en uno de los autores asturianos más singulares de su generación. Fue miembro de número de la Academia de la Lengua Asturiana.

Para Aracil, hay que entender la vida de Nel Amaro, no siempre fácil y con épocas en las que practicó una bohemia obligada, "como una forma de arte: una tentativa totalizadora y desmaterializada, la de convertir la vida en arte, que hace de todos los gestos una herramienta política para la transformación social, junto con una postura vital innegociable frente a la realidad".

La muestra, que ha sido posible por las aportaciones de la compañera de Nel Amaro, Marta Baquero, recoge documentos y testimonios de esa pluralidad de intereses artísticos del autor asturiano: los "fanzines", desde luego, pero también el arte postal, la poesía concreta y las numerosas acciones ("performances") que llevó a cabo, muchas en compañía de su perro "situacionista" "Pulgu", por toda la geografía española.

Aracil señala que Nel Amaro es, en realidad, la persona que estuvo detrás de los numerosos colectivos con los que firmó muchas propuestas o intervenciones: Arte Étnico 100%, Llaboratoriu Turón Escéntricu, ONG Performers Sin Fronteras o Fundizión Malevich. El ocasiones, tal y como comenta el comisario de "Acción poética", el artista contó con algunos colaboradores, caso de Abel Loureda o Rogelio Crespo.

Esta exposición permite el acercamiento a uno de los autores más fértiles y más difícil de clasificar de la cultura asturiana reciente. A la variedad de su obra literaria ("Poemes de San Francisco", "¡Adiós Dvorak!", "Na borrina" o "El banquete") hay que sumar una ingente producción, mucha quizás perdida, de acciones y objetos artísticos.