Se respiraba en el ánimo de muchos de los expositores y también de los visitantes desde las primeras jornadas. La edición número cincuenta y nueve de la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA) se convirtió, por derecho propio, en una edición de récord y de éxitos.

El recinto ferial cerraba anoche sus puertas con casi un 2% más de visitantes que el año pasado pero además de la cifra de las taquillas, el éxito comercial lo corroboraban también los empresarios participantes en esta clásica cita estival. Así, un expositor con productos de menaje y hogar no se escondía a la hora de reconocer que había sextuplicado las ventas con respecto a 2014. El propio director de actividades feriales de la Cámara de Comercio, Álvaro Muñiz hablaba incluso de números "casi imposibles" que se deslizaban de operaciones procedentes del sector del automóvil. Cifras que "asustaban" sólo de oírlas, atendía a decir Muñiz, pero que en realidad no son más que el símbolo de que "la bonanza y el éxito" se han instalado. Una opinión que constataban todos los participantes en la 59.ª edición de esta feria multisectorial que ayer llegaba a su fin. Los buenos resultados también se tradujeron en los accesos al recinto, que sumaban, al cierre de esta edición, un balance altamente positivo, superando la barrera de los 700.000 visitantes. En los últimos 16 días pasaron por el recinto ferial gijonés 706.649 personas, 8.850 más que en 2014, cuando se acercaron 697.799 personas y 13.778 más que en 2013.

Perfiles cualificados y compradores decididos eran las dos características que apreciaban los vendedores como ejemplo de esa recuperación económica. El éxito de esta cita, remarcó Álvaro Muñiz, "va mucho más allá del sector del automóvil".

En cifras, los 16 días de la Feria Internacional de Muestras de Asturias representan el 50% de los ingresos de todo el año en el recinto ferial gijonés, abierto 300 días cada ejercicio y que sólo en dos semanas de agosto emplea a 3.000 personas. Este año recibió a 2.000 marcas comerciales de diferentes sectores con una gran presencia del sector del automóvil, una buena apuesta de la construcción, y una estimable representación de las tecnologías de la información y la comunicación, donde la impresión 3D fue protagonista de varios stands con una muy buena acogida por parte del público. "Hay una sensación de satisfacción generalizada", confirmaron tanto los gestores de la actividad ferial del recinto gijonés como desde las empresas participantes.