Aunar en un solo espectáculo la mayor cantidad de disciplinas posibles del mundo de la magia: este es el objetivo que guió a José Armas, "El Ilusionista", para dar forma a la Gran Gala Internacional de Magia, que ayer obtuvo una cerrada ovación en el Centro Niemeyer. En el escenario del equipamiento de la ría se sucedieron las sorpresas, y entre el público fueron continuos los aplausos, los ojos desorbitados y el asombro, sobre todo, de los más pequeños, que disfrutaron cada minuto de las actuaciones, empezando por la de El Gran Dimitri.

El presdigitador belga Sebastién Dethise demostró el por qué de su merecida fama, y compaginó magia y juegos malabares par deleite del público. El número más animado de la velada corrió a cargo de "Natalie & Eli", que dejaron claro con su habilidad por qué tienen un récord Guiness por su velocidad para cambiar de vestuario. Uno tras otro, hicieron ante el público del Niemeyer hasta doce cambios de ropa, tan rápidos que parecía imposible. La coreografía se completó con adornos florales.

Pero donde llegó realmente el asombro fue con el español Jammes Garibo, que cometió todo tipo de tropelías sin que su acompañante sufriera ni un rasguño. Y la guinda la puso el francés Arno, que recibió recientemente el "premio Oscar de la magia". El ilusionista consiguió hacer aparecer, primero, decenas de palomas, para pasar después a las aves tropicales de gran tamaño, que llenaron el escenario del Centro Niemeyer, consiguiendo así el entusiasmo incondicional del público.

La Gala fue el colofón a la VI Semana Mágica, que se viene celebrando en Avilés y Gijón y que finalizará con las funciones de los días 7 y 8 en el Teatro Jovellanos. Las calles de Avilés fueron el escenario durante toda la semana de diferentes actuaciones que reunieron a un gran número de público y que contribuyeron a llenar de magia y espectáculo las fechas navideñas.